La economía venezolana muestra leves señales de recuperación, impulsada por el aumento de la producción petrolera y por la decisión de Estados Unidos de mantener la licencia de operaciones de Chevron, según un informe de Oxford Economics.
También contribuyó la llegada de diluyentes químicos desde Rusia, que permitió sostener la actividad del sector energético.
En ese contexto, la consultora elevó sus proyecciones y estima un crecimiento del PIB de 6% en 2025 y de 4,2% en 2026, aunque advierte que el panorama macroeconómico sigue siendo frágil.
No obstante, la inflación se acerca al 500%, específicamente 483%, según este estudio, lo que sigue ubicando al país gobernado por el régimen de Maduro como el peor en la materia a nivel mundial.
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Aspecto petrolero
La firma británica subraya que, si bien la mayoría de las compañías occidentales —salvo Chevron— continúan sin autorización para operar, firmas de países no occidentales podrían ocupar ese espacio, dado que la presión de Washington sobre sus aliados ha sido menor a la esperada.
A esto se suma la aprobación estadounidense para que Shell desarrolle el campo de gas Dragon, lo que contribuiría a sostener la actividad. Por el momento, la tarifa adicional del 25% impuesta por EE.UU. a los países que compren crudo venezolano no se está aplicando.
Aspecto cambiario
En materia cambiaria, el gobierno venezolano abandonó en octubre de 2024 su intento de mantener estable el bolívar, buscando reducir la distancia con el tipo de cambio paralelo. Desde entonces, la moneda oficial se depreció más de 500%, hasta ubicarse en torno a 233 bolívares por dólar, según el tipo de cambio oficial.
Oxford Economics advierte que el Ejecutivo no ha intervenido de forma significativa para detener la caída, priorizando la preservación de las reservas internacionales.
Inflación volando
La consultora también puntualiza sobre la opacidad de los datos económicos. Tras las restricciones impuestas a las consultoras privadas, los indicadores oficiales dejaron de publicarse, lo que obliga a estimaciones propias. Según la firma, la inflación habría trepado a 483% interanual en el último mes, luego de haber tocado un mínimo de 24% en octubre del año pasado.
Si el gobierno logra estabilizar la moneda en los próximos meses, la inflación podría alcanzar un pico cercano a 600% interanual en el primer trimestre de 2026 y luego desacelerarse hasta promediar 68% anual en 2027, según esta estimación.
Sin embargo, el informe advierte que el financiamiento monetario del déficit fiscal continúa, lo que podría demorar la reducción de los precios. Oxford Economics descarta, por ahora, un regreso al escenario de hiperinflación, salvo que se produzca un fuerte deterioro en las cuentas públicas.
Pese a la mejora en las proyecciones económicas, el análisis recuerda que Venezuela atraviesa una de las crisis más prolongadas y profundas del mundo moderno. Entre 2013 y 2020, el producto interno bruto se contrajo alrededor de 80%, golpeado por la pérdida de capital físico y el éxodo masivo de su población. A largo plazo, la consultora estima que, incluso hacia 2050, la economía venezolana apenas habrá recuperado la mitad de lo perdido durante esa depresión histórica.









