Bloomberg — Los abogados que representan a cinco venezolanos instaron a la Corte Suprema de Estados Unidos a no permitir que el presidente Donald Trump reanude las deportaciones de presuntos miembros de bandas criminales sin audiencias, diciendo que los hombres corren el riesgo de ser retenidos de por vida en una brutal prisión extranjera.
Trump pidió la semana pasada al Tribunal Supremo que levante una orden de un tribunal de primera instancia que le prohíbe temporalmente deportar a personas invocando una ley de 1798 utilizada anteriormente sólo en tiempos de guerra. El caso está poniendo a prueba la capacidad del poder judicial para hacer cumplir los límites al poder del presidente.
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Los cinco venezolanos demandantes afirman que no son miembros de bandas, y uno de ellos dice que es un tatuador que se enfrenta a la deportación por el diseño de sus tatuajes. Sus abogados dicen que muchos -y quizá la mayoría- de los más de 130 venezolanos que la administración ya ha enviado a una prisión en El Salvador no son pandilleros.
Sin la orden, los cinco “sufrirán daños extraordinarios e irreparables, al ser enviados fuera de Estados Unidos a una notoria prisión salvadoreña, donde permanecerán incomunicados, potencialmente por el resto de sus vidas, sin haber tenido oportunidad alguna de impugnar su designación como pandilleros”, argumentaron sus abogados de la Unión Americana de Libertades Civiles y Democracy Forward.
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Si el Tribunal Supremo la concede, la petición de la administración abriría al menos una ventana temporal para que Trump reanude las deportaciones bajo el estatuto, la Ley de Enemigos Extranjeros.
La lucha es una de las más polémicas de las más de 180 demandas que desafían el diluvio de órdenes ejecutivas de Trump en su intento de transformar el gobierno federal. En un aspecto separado del caso, el juez de distrito estadounidense James Boasberg ha ordenado a la administración que justifique sus acciones cuando dos aviones siguieron llevando a migrantes a una prisión en El Salvador a pesar de su orden oral de que los vuelos dieran la vuelta.
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