Bloomberg Línea — Bank of America (BAC) mantiene una visión optimista sobre el tipo de cambio en Chile, al considerar que el peso chileno tiene espacio para continuar apreciándose frente al dólar.
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La entidad estadounidense sugiere que, en un contexto de menor incertidumbre electoral, aumento de inversiones y recuperación macroeconómica, el peso (USDCLP) está subvaluado y podría cerrar esa brecha en los próximos meses.
En su análisis, los estrategas Ezequiel Aguirre y Christian González Rojas destacan que el ciclo de recortes de tasas por parte del Banco Central habría llegado a su fin.
Aunque el mercado anticipa un último ajuste en el primer trimestre de 2026, los analistas proyectan que podría concretarse antes. “Pronosticamos un recorte final en diciembre, aunque los riesgos apuntan a que no habrá recorte”, señalaron en su informe más reciente.

El banco identifica como principales catalizadores de la apreciación del peso chileno la normalización de las condiciones políticas tras las elecciones generales del próximo fin de semana, las entradas de capital extranjero y un entorno internacional que favorece la demanda por activos de mercados emergentes.
Según BofA, la moneda chilena sigue operando por debajo de su valor teórico, lo que refuerza la tesis de una apreciación en el corto plazo.
Impacto electoral
En términos fundamentales, Bank of America sostiene que el peso chileno está subvaluado alrededor de un 8% con respecto a su promedio histórico, lo que se explica por una combinación de crecimiento económico positivo y una posición externa relativamente sólida.
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Aguirre y González añaden que esta evaluación considera un crecimiento del PIB del 2,5% desde 2024 y un déficit en cuenta corriente que representa solo el 2% del PIB, es decir, la mitad de su media desde 2010.
El entorno político también juega un rol clave en la evolución del tipo de cambio. BofA anticipa que, tras las elecciones, el resultado tendrá un impacto limitado sobre los tipos de interés, mientras que el tipo de cambio absorberá gran parte del ajuste en escenarios adversos.
A partir de diferentes escenarios políticos, el banco establece un rango de comportamiento para el peso. En un contexto favorable al mercado con una fuerte capacidad de gobierno, proyecta una apreciación del 8% en un horizonte de seis meses.

En un escenario de menor gobernabilidad, estima una apreciación del cuatro por ciento. En cambio, si el próximo presidente adopta políticas populistas, la moneda podría depreciarse entre un 4% y un 8%, dependiendo de la capacidad de ejecución del nuevo gobierno.
Para cuantificar el efecto de la política en el tipo de cambio, el equipo de análisis de BofA utilizó un modelo de regresión que incorpora variables como los precios del cobre, el índice MSCI de monedas emergentes y los diferenciales de tasas.
“Estimamos que cada aumento de 1 punto porcentual en la probabilidad de una victoria populista debilita el peso en un 0,1%”, señalaron los analistas. En la actualidad, esta probabilidad es baja, situándose en 15%, de acuerdo con los precios de mercado de Polymarket.
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Expectativas de inversión
Desde la perspectiva de flujos de capital, el banco observa condiciones propicias para un auge de inversiones, especialmente si se consolida un entorno regulatorio más favorable a los negocios.
“Creemos que Chile ofrece un entorno sumamente favorable para un fuerte crecimiento de la inversión”, destacan Aguirre y González. Subrayan que los altos precios del cobre, impulsados por la transición energética, podrían elevar la inversión del 24% actual hasta un 28% del PIB, como se observó en la década pasada.
En cuanto al posicionamiento del mercado, los datos indican que los inversionistas han reducido sus posiciones largas netas en dólares estadounidenses en contratos NDF, pasando de más de US$5.000 millones en agosto a US$2.500 millones en octubre.

Esta disminución refleja una menor exposición al dólar y abre espacio para un mayor posicionamiento en pesos chilenos. El informe enfatiza que “los inversores mantenían posiciones cortas netas en dólares estadounidenses por un valor aproximado de US$2.000 millones” en marzo de 2024, lo que sugiere margen para una mayor apreciación del peso si se consolida un escenario electoral favorable al mercado.
Bank of America también descarta oportunidades relevantes en el mercado de tasas nominales, al considerar que el ciclo de flexibilización monetaria estaría próximo a su fin.
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En materia inflacionaria, la entidad anticipa un descenso gradual hacia niveles cercanos al 3,2% en 2026, en línea con las expectativas actuales del mercado, lo que reduce el incentivo a realizar coberturas por riesgo inflacionario.
Con un tipo de cambio aún lejos de su valor de equilibrio, una economía que muestra señales de recuperación y un entorno electoral que podría estabilizarse, BofA plantea que el peso chileno tiene espacio para fortalecerse.









