Bloomberg Línea — Las family offices y los grandes patrimonios de Latinoamérica enfocarán sus inversiones en más capital privado, adopción de inteligencia artificial y diversificación estratégica de cara a 2026, a medida que aumenta su apetito por el riesgo, de acuerdo con Citi (C).
Antonio Gonzáles, responsable del Private Bank en Citi para América Latina, considera que la inversión en capital privado va a seguir creciendo entre las grandes fortunas, a tasas cercanas al 40%, manteniendo la tendencia observada durante este 2025.
“Vamos a tener más inversiones privadas, mucho más enfoque en todo lo que estamos viendo acerca de IA y su adopción, y la diversificación va a seguir siendo clave”, comentó a Bloomberg Línea Antonio Gonzáles, responsable de la división de Citi enfocada en gestionar y asesorar garndes patrimonios.
Actualmente, las family offices en la región asignan un 24% de las carteras al capital privado, lo que representa el nivel más alto entre todas las regiones analizadas en el mundo, según cifras del informe Global Family Office Report 2025, publicado por Citi.
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En los últimos 12 meses, la asignación de capital privado en Latinoamérica se distribuyó entre fondos de crecimiento (24%), fondos secundarios (21%), adquisiciones o buyouts (17%), fondos de fondos (13%) y capital de riesgo (9%).
Un 45% de los consultados en América Latina por Citi este año dijo haber incrementado sus asignaciones a capital privado, por encima de acciones públicas (35%) o renta fija (20%).
La preferencia de los family offices por el capital privado responde a cambios en los mercados globales.
“El principal motivo es que el tiempo que las compañías tardan en salir a bolsa ha aumentado y hoy tenemos compañías muy grandes como OpenAI, ByteDance o SpaceX que todavía no son públicas”, dijo Gonzáles.
A su juicio, los family offices que busquen adoptar una estrategia integral y brindar diversificación a sus clientes posiblemente vayan a considerar este tipo de activos. “El motivo es muy sencillo: el mercado cambió en los últimos 5-10 años más que nada”, dijo.
Explicó que en los últimos años la tradicional asignación de activos 60/40 —60% en renta variable y 40% en renta fija— dejó ser una regla fija para los grandes patrimonios, debido a períodos prolongados de tasas de interés muy bajas y spreads de crédito estrechos, que reducían la efectividad de la renta fija como amortiguador.
Aunque en un escenario de tasas persistentemente altas, señaló que sí tiene sentido mantener un porcentaje del portafolio en activos de menor riesgo, pero el nivel exacto dependerá de los objetivos y la tolerancia de cada family office, pudiendo ser menor o mayor al 40%.
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¿Mayor apetito por riesgo?

El apetito por riesgo y crecimiento también se evidencia en la región, con apuestas importantes de los gestores de patrimonios de las familias millonarias hacia otras alternativas como el mercado de renta variable.
Las familias más cómodas con los ciclos del mercado actual también podrían asumir posiblemente una mayor exposición a acciones, según el ejecutivo.
De acuerdo con el informe Global Family Office Report 2025, en Latinoamérica las family offices asignan un 25% de todas las carteras a acciones cotizadas en bolsa y un 20% en renta fija.
Además, asignan un 13% en bienes raíces de forma directa y un 4% a través de fondos.
A crédito privado asignan el 7% en sus carteras, a efectivo o equivalentes el 5% y a hedge funds el 2%.
“Creemos que podemos tener potencial para que el mercado de acciones siga creciendo de la forma que lo está haciendo”, comentó el ejecutivo, refiriéndose a la resiliencia de la economía ante choques externos y a la incertidumbre que genera el futuro de las tasas.
Gonzáles manifestó que el mayor apetito por riesgo observado en los grandes patrimonios en Latinoamérica se relaciona con expectativas optimistas de retornos a corto y mediano plazo.
Aunque reconoció que las incertidumbres geopolíticas representan un riesgo relevante, destacó que los datos económicos de las principales economías permiten todavía que los inversionistas mantengan su confianza y decisión de asumir estas decisiones.
La encuesta de Citi reflejó que las family offices de la región tienen mayor interés global en fondos de inversión vinculados a criptomonedas, como ETF o fondos privados (53%).
Un 18% manifestó interés en invertir directamente en criptomonedas en la región.
Frente a la vocación de los family offices regionales por adoptar cripto, dijo que los latinoamericanos destacan por su perfil emprendedor, lo que se refleja en su aproximación a criptomonedas y activos digitales. “Cuando hablamos de activos digitales, los latinoamericanos lo entienden muy bien”.
A su vez, se refirió al alto grado de sofisticación del sistema financiero en América Latina que permite la adopción de estos nuevos instrumentos de inversión.
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Inversiones en IA

La inteligencia artificial también se consolida como un factor clave en la construcción de portafolios de los grandes patrimonios de Latinoamérica.
Según el reporte de Citi, las oficinas familiares de América Latina mostraron un alto interés en usar IA para el análisis de inversiones y pronósticos este año (32%).
“El rol que va a tener IA en los próximos años se torna muy rápidamente uno de los puntos más importantes para la construcción de portafolios y para la sostenibilidad de las compañías”, apuntó el ejecutivo.
Los family offices “estaban muy atentos a la evolución de la adopción de la inteligencia artificial”, manifestó el ejecutivo de Citi.
Explicó que el CapEx que las compañías han destinado en los últimos tres a seis meses al desarrollo de IA ha crecido significativamente, impulsando la economía y transformando la manera en que los family offices gestionan su patrimonio.
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Detalló que en la gestión de grandes patrimonios se está viendo un cambio importante, priorizando una mayor eficiencia y automatización, especialmente en tareas manuales como procesar y trasladar datos, lo que permite que los equipos puedan enfocarse en análisis más complejos.
“En curso de los próximos meses, quizás un año, podremos ver muchísima automatización en todo lo que sea el trabajo más manual. Estamos empezando a ver ya directamente un cambio de productividad muy importante en nuestra industria”, dijo.
La inteligencia artificial y nuevas tecnologías facilitan la creación de modelos de evaluación de riesgo que antes requerían especialistas muy técnicos, incrementando esa productividad y la capacidad de análisis de los portafolios.
“Ya no vas a necesitar más de cinco personas sentadas para implementar un nuevo modelo, un nuevo proceso, si ya tienes más o menos una idea de qué es lo que se quiere averiguar”, apuntó.
El desafío de mantener alineada la estrategia

Más allá de los mercados financieros, la gobernanza interna de las familias y el alineamiento entre sus diferentes núcleos se han vuelto factores centrales para asegurar la sostenibilidad del patrimonio a lo largo del tiempo.
“No existe una solución mágica que no sea diversificación, contar con un plan y una estrategia a largo plazo, y tener claros los objetivos y la tolerancia al riesgo”, dijo el ejecutivo de Citi. Con esto definido, hay que “seguir invertido, según el plan inicial. Es el mejor camino que cualquier familia con un patrimonio significativo puede tomar.”
A su juicio, tomar decisiones abruptas en ambientes de incertidumbre como el actual, marcado por la guerra comercial, normalmente “no son las mejores” y pueden poner en riesgo el plan de largo plazo de las familias adineradas.
Más que riesgos geopolíticos o económicos, de cara a 2026 considera que el mayor peligro para los gestores de los millonarios es justamente desviarse del plan estratégico de largo plazo y tomar decisiones impulsivas.
“En momentos de incertidumbre, es natural que, en familias grandes, incluso tras varias generaciones trabajando juntas, surjan visiones distintas del mundo. Para los family offices, uno de los mayores retos es asegurarse de que la gobernanza interna siga siendo respetada”, apuntó.
Subrayó que el trabajo de los family offices y wealth managers debe comenzar con conversaciones claras con sus clientes sobre objetivos, legado y filantropía.
Y luego continuar con la definición del nivel de riesgo tolerable, usando simulaciones y modelaciones para ilustrar cómo las decisiones de inversión impactan en el patrimonio a largo plazo.
“Lo que pasa es que no están alineadas las dos conversaciones. Hay gente que tiene objetivos que no están 100% alineados con sus riesgos y ahí es cuando podemos tener peligros o problemas en la gestión y la locación de los portafolios”, remató Gonzáles.
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