La energía nuclear vuelve al debate global ante el aumento de la demanda eléctrica

La presión por ampliar la oferta energética y reducir emisiones volvió a incluir a la energía nuclear entre las alternativas analizadas por los países.

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Planta de energía nuclear Diablo Canyon de PG&E en Avila Beach, California.
16 de noviembre, 2025 | 01:00 AM

El aumento sostenido del consumo energético y la necesidad de reducir emisiones volvieron a ubicar a la energía nuclear dentro de las opciones evaluadas por gobiernos y organismos internacionales. Un análisis del holding financiero suizo Mirabaud plantea que la demanda mundial de energía pasó de 18.077 TWh en 1920 a 186.383 TWh en 2024, impulsada por el crecimiento económico, la digitalización y el uso creciente de tecnologías intensivas en electricidad.

El documento resalta que el avance de la inteligencia artificial y los procesos de electrificación industrial implicarán un consumo aún mayor en los próximos años. Ese escenario convive con los compromisos climáticos asumidos en el Acuerdo de París, que buscan mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2 °C respecto de los niveles preindustriales.

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Renovables con mayor presencia, pero limitadas

Desde la década de 1980, la energía solar y la eólica ampliaron su participación en los sistemas eléctricos, con reducciones de costos y mejoras tecnológicas. Sin embargo, Mirabaud observa que su aporte total aún es acotado: en 2024, las fuentes renovables —incluyendo hidroelectricidad y geotermia— representaron el 14,8% de la generación mundial, frente al 81,3% correspondiente a combustibles fósiles.

El reporte destaca que la intermitencia sigue siendo el principal desafío. La producción depende de condiciones climáticas variables y requiere sistemas de almacenamiento capaces de compensar períodos prolongados sin generación suficiente. Hasta ahora, no existen soluciones masivas de almacenamiento que resuelvan esa limitación de manera estable.

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Un retorno condicionado por la reducción de emisiones

La energía nuclear recuperó espacio tras el retroceso registrado luego del accidente de Fukushima en 2011. Mirabaud recuerda que en 2022 la Comisión Europea incorporó a la nuclear dentro de las tecnologías compatibles con la transición energética, siempre que cumplan criterios estrictos de seguridad y gestión de residuos.

El análisis subraya que las emisiones de gases de efecto invernadero de la energía nuclear se ubican en niveles similares a los de las energías renovables. En comparación, el carbón emite alrededor de 160 veces más CO₂ por unidad generada.

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Seguridad y residuos: los dos ejes críticos

Los marcos regulatorios y los protocolos operativos se reforzaron después de los accidentes de Chernóbil y Fukushima. De acuerdo con el informe, los reactores de nueva generación integran sistemas de protección destinados a reducir la probabilidad de fallas y mitigar sus efectos.

Respecto de los residuos, solo cerca del 3% corresponde a desechos de alta actividad que requieren almacenamiento a largo plazo. Hoy pueden ser confinados en instalaciones geológicas profundas, a unos 500 metros, mediante contenedores preparados para resistir movimientos tectónicos importantes.

Uso de materiales, superficie y efectos sanitarios

El análisis de Mirabaud compara el uso de recursos de distintas tecnologías. Producir un TWh en una planta nuclear requiere cerca de 900 toneladas de cemento, hormigón y vidrio, frente a más de 16.000 toneladas necesarias para la energía solar. En términos de superficie, una central nuclear de 1.000 MW ocupa cerca de 3,4 km², mientras que la misma capacidad exige entre 116 y 194 km² en proyectos solares y hasta 932 km² en eólicos.

El documento también señala que la contaminación del aire asociada a los combustibles fósiles causa cientos de miles de muertes prematuras por año, un nivel muy superior al vinculado con el sector nuclear.

El factor uranio y la densidad energética

El uranio, aunque es un recurso finito, posee una densidad energética elevada. Un pequeño bloque del tamaño de un cubo de azúcar concentra tanta energía como una tonelada de carbón o aproximadamente 480 metros cúbicos de gas natural.

Un componente adicional en un sistema en transformación

La presión por abastecer una demanda en crecimiento, junto con los compromisos de descarbonización, sostiene la discusión sobre el rol de la energía nuclear como complemento de las fuentes renovables. El análisis de Mirabaud plantea que no existe una solución única y que la combinación de tecnologías dependerá de recursos disponibles, marcos regulatorios y objetivos climáticos de cada país.

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