Bloomberg — El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo el lunes que quería reactivar el oleoducto Keystone XL, a pesar de que su promotor ya ha abandonado el proyecto.
“La empresa que construye el oleoducto Keystone XL, que fue vilmente desechada por la incompetente administración Biden, debería volver a Estados Unidos y conseguir que se construya, ¡YA!”, dijo Trump en un post en su red social.
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Trump dijo que su administración es “muy diferente” de la anterior y prometió: “¡Aprobaciones fáciles, comienzo casi inmediato!”
“Si no son ellos, tal vez otra compañía de oleoductos”, añadió Trump. “¡Queremos que se construya el oleoducto Keystone XL!”.
El multimillonario proyecto de 1.931 kilómetros (1.200 millas), destinado a transportar el crudo de las arenas bituminosas canadienses a Nebraska, se convirtió en una prueba de fuego para el ecologismo bajo el mandato del ex presidente Barack Obama, que lo rechazó en 2015. Desde entonces ha sido objeto de pugnas políticas.
Trump intentó reactivar Keystone XL durante su primer mandato, pero el ex presidente Joe Biden revocó un permiso que permitía al oleoducto cruzar la frontera entre EE.UU. y Canadá horas después de tomar posesión en enero de 2021.
South Bow Corp, la empresa de oleoductos escindida de TC Energy Corp (TRP), que persiguió Keystone XL durante más de una década, ha indicado que no está interesada en una reactivación. Partes del sistema -que atraviesa Alberta, Montana, Dakota del Sur y Nebraska- ya han sido desmanteladas. Los permisos clave han caducado.
South Bow “ha pasado página al proyecto Keystone XL”, dijo una portavoz el lunes por la noche.
“Seguimos dialogando con los clientes para desarrollar opciones que permitan aumentar el suministro de petróleo canadiense para satisfacer la creciente demanda estadounidense”, dijo Katie Stavinoha, de South Bow, por correo electrónico.
De nuevo en el juego
Trump ya ha revocado una orden ejecutiva de la administración Biden que desechaba un permiso de marzo de 2019 para el oleoducto, poniéndolo de nuevo en juego, al menos en teoría. Pero los canadienses siguen enfrentándose a la amenaza de nuevos aranceles sobre sus exportaciones a EE.UU., incluido un gravamen del 10% sobre el crudo. Trump ha retrasado los aranceles hasta principios de marzo.
El presidente ha dejado claro anteriormente que cree que EE.UU. puede depender de sus propios suministros de petróleo y gas, sin necesidad de recursos de sus vecinos norteamericanos.
Los comentarios de Trump son el último intento del presidente de insuflar nueva vida a proyectos energéticos estancados. A principios de este mes, prometió completar el gasoducto Constitución destinado a transportar gas natural a Nueva York, a pesar de que su promotor desechó la empresa en 2020.
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La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, vinculó los dos oleoductos en una entrevista el lunes con el presentador de Fox News Sean Hannity, al tiempo que subrayaba el deseo de Trump de impulsar más infraestructuras energéticas.
“Queremos que se construya el oleoducto Keystone XL”, dijo. “Quiere que se construya un oleoducto en el noreste, en Nueva Inglaterra, de donde soy, donde tenemos algunas de las tarifas eléctricas y de servicios públicos más altas del país”.
Con la colaboración de Josh Wingrove.
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