Bloomberg Línea — Tan pronto el Vaticano informó que el miércoles 7 de mayo comenzará el cónclave, es decir, el proceso para escoger al sucesor del papa Francisco, un sinnúmero de católicos se volcó a Google y otros buscadores para consultar el paso a paso.
Pues bien, Hermann Rodríguez Osorio, doctor en teología y provincial de la Compañía de Jesús en Colombia, relata cómo se desarrollará la elección del próximo papa en una publicación de la Pontificia Universidad Javeriana, en Colombia.
A continuación, los detalles del cónclave, que seguramente llamará la atención de los 1.400 millones de católicos en el mundo durante los próximos días.
¿Qué significa cónclave?
La expresión “cón-clave” significa “reunión bajo llave” y fue usada por primera vez por el papa Gregorio X en 1274, cuando estableció que todos los cardenales debían estar encerrados para elegir al sumo pontífice, como medida de seguridad.
“Una vez reunidos los cardenales ‘bajo llave’, ninguno de ellos puede abandonar la reunión a no ser por motivos de enfermedad o por motivos de peso, aceptados por la mayoría de sus compañeros de encierro”, precisa Rodríguez Osorio.
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El proceso es tan confidencial que los colaboradores del Vaticano, encargados de acoger a cardenales de todo el mundo, deben prometer que no dirán nada acerca de la elección.
¿Dónde se celebra el cónclave?
La elección del nuevo papa se llevará a cabo en la Capilla Sixtina, recinto construido por Sixto IV en el siglo XV y decorado por el pintor renacentista Miguel Ángel.
Durante el tiempo que tome el cónclave, cardenales de los cinco continentes se hospedarán al interior del Vaticano, concretamente en la casa Santa Marta, construida por Juan Pablo II.
¿Quiénes participan en el cónclave?
En el cónclave solo pueden participar los cardenales menores de 80 años, es decir, 135 de 252 con que cuenta la iglesia católica en la actualidad.
“De estos 135, hay 108 cardenales creados por Francisco, 22 por su predecesor Benedicto XVI y cinco por Juan Pablo II”, indica el doctor en teología.
¿Cómo es el primer día del cónclave?
“En la mañana, los cardenales celebran la eucaristía en la Basílica de San Pedro. En la tarde, entran a la Capilla Sixtina en procesión solamente los cardenales electores, cantando el himno del siglo IX: Veni, Creator Spiritus (Ven, Espíritu Creador)”, relata Rodríguez Osorio.
Los cardenales juran mantener en secreto todo lo que suceda en la Capilla Sixtina, donde solo permanecen los electores. Lo usual es que se realicen cuatro votaciones diarias, dos en la mañana y dos en la tarde, hasta que uno de los candidatos sume dos tercios de los sufragios.
¿Cómo es el proceso de votación?
Para comenzar con el proceso de votación, los cardenales eligen tres encargados de los escrutinios para ese día, tres enfermeros encargados de recibir los votos de quienes tienen afecciones en salud —y no están al interior de la Capilla Sixtina—y tres revisores que asumen el conteo de las papeletas.
“Cada uno de los cardenales escribe el nombre de su candidato en una tarjeta que tiene impreso en latín: Eligo in Summum Pontificem (Elijo como Sumo Pontífice). La tarjeta se dobla y luego, uno por uno, van pasando al altar", para depositarlas en un plato, reseña el teólogo jesuita.
Una vez depositadas las papeletas, se verifica que coincidan con el número de cardenales electores y, después, son examinadas por los revisores. Cada revisor va desdoblando las papeletas y apuntando en una hoja, en completo silencio, el nombre del candidato a papa que figura en ellas.
“Al final, cada uno de los tres examinadores, lee en voz alta el número de votos que ha obtenido cada candidato. Si un candidato recibe dos terceras partes de los votos, se considera elegido", explica Rodríguez Osorio.
¿Qué significa el humo blanco?
Si los tres verificadores y uno más, el secretario del cónclave, coinciden en que las votaciones y el conteo fueron transparentes, queman las papeletas en una estufa cuya salida de humo es visible para los creyentes desde la Plaza de San Pedro.
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“El maestro de ceremonias añade algunos químicos, que permiten modificar el color del humo para que los feligreses que esperan noticias en la plaza puedan reconocer los avances de la elección”, dice el experto. “Si el humo es negro, aún no ha sido elegido el nuevo papa; si el humo es blanco, comienzan las celebraciones en toda Roma”.
Para que Francisco resultara elegido fueron necesarias cinco votaciones, tres menos que Juan Pablo II y una más que Benedicto XVI.