Bloomberg — El principal diplomático chino acusó a Donald Trump de adoptar un enfoque hipócrita respecto a los lazos bilaterales y denunció los aranceles, mientras aumentan las tensiones entre las mayores economías del mundo.
El ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, defendió el viernes en una sesión informativa de alto nivel las medidas adoptadas por su país para frenar el flujo de fentanilo a EE.UU. y acusó al líder republicano de utilizar el asunto como pretexto para presionar a su Gobierno.
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“EEUU no debería devolver el bien con el mal ni imponer aranceles arbitrarios a los productos chinos”, dijo al margen de la Asamblea Popular Nacional en la capital china. “Ningún país debería fantasear con que puede reprimir a China y mantener buenas relaciones con China al mismo tiempo”.
“Tales actos de doble cara no son buenos para la estabilidad de las relaciones bilaterales”, añadió, llamando aparentemente la atención a Trump por elogiar a Xi como “brillante” y pregonar su “gran” relación mientras imponía sus aranceles más arrolladores hasta la fecha a la nación asiática.
La arremetida de Wang contra EE.UU. aumentará la incertidumbre sobre las perspectivas de conversaciones para negociar un acuerdo comercial que frene las nuevas subidas de aranceles que Trump volvió a plantear esta semana. Hasta ahora, los funcionarios chinos han respondido con acciones selectivas y una retórica comedida, en contraste con el enfoque del Guerrero Lobo de la última guerra comercial, pero ante la ausencia de diálogo la frustración parece ir en aumento.
Ambos gobiernos no han dado ninguna indicación pública de que vayan a entablarse conversaciones. Aunque Trump señaló su deseo de hablar con Xi antes de que entrara en vigor su primera oleada de aranceles a China, los dos hombres aún no han mantenido una llamada desde que el líder estadounidense asumió el cargo. El jefe de comercio de China dijo el jueves que escribió a su homólogo estadounidense el mes pasado sobre la apertura de líneas de comunicación.
Una serie de acciones comerciales estadounidenses en las próximas semanas podría aumentar aún más la urgencia de negociar para evitar que la guerra comercial se convierta en una espiral.
Mientras Trump sacude la economía mundial con aranceles, el principal diplomático chino aprovechó la oportunidad para enmarcar a su país como una fuerza estabilizadora. China “aportó una estabilidad muy necesaria a un mundo cambiante y turbulento”, dijo Wang.
El abrazo de Trump al ruso Vladimir Putin y la retirada del apoyo a Ucrania han horrorizado a gran parte de Europa, planteando dudas sobre el compromiso de EEUU con la OTAN. Las preocupaciones de los aliados occidentales se producen cuando el líder republicano habla de reclamar de algún modo Groenlandia, la Franja de Gaza y añadir Canadá como el Estado número 51.
Wang, un veterano diplomático de 71 años, proyectó un aire de confianza al afirmar que Europa y China deben ahora intensificar la comunicación en medio de la creciente incertidumbre. Uno de los mayores éxitos diplomáticos de Joe Biden fue alejar a Bruselas de Pekín, que durante años había cortejado a Europa como amortiguador con EEUU.
Aunque Wang reiteró el apoyo de China a las conversaciones de paz para poner fin a la guerra en Ucrania, no respondió directamente a una pregunta sobre si Pekín enviaría tropas de mantenimiento de la paz, pero sí reafirmó los estrechos lazos de su nación con Moscú. “La amistad China-Rusia no cambiará”, afirmó. “Es una constante en un mundo turbulento, más que una variable en las ganancias geopolíticas”.
Mientras Trump reestructura el equilibrio de poder, Wang aprovechó los vaivenes de la política estadounidense para presentar a Pekín como el adulto en la sala, subrayando el compromiso de China con el orden mundial centrado en la ONU. Ese mensaje de estabilidad contrastó con la creciente asertividad de Pekín en el mar de China Meridional y su dura retórica sobre la toma de Taiwán, una democracia autogobernada.
“China llevará a cabo la reunificación, y esto es imparable”, dijo Wang, criticando el creciente apoyo de Japón a la isla.
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La sesión informativa, que duró unos 80 minutos, tuvo una sensación de triunfo, ya que Wang pregonó la fortaleza económica de China y sus avances en inteligencia artificial, al tiempo que cuestionaba la dirección de la inflación estadounidense y el sector manufacturero de Estados Unidos.
“¿Qué ha conseguido con los aranceles y las guerras comerciales estos años? “¿Se ha ampliado o reducido su déficit comercial?”, preguntó. “¿Ha subido o bajado la inflación estadounidense? ¿La vida de su gente ha mejorado o empeorado?”.
Con la colaboración de Josh Xiao.
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