Bloomberg — El gobierno canadiense va a lanzar iniciativas especiales para atraer a los mejores investigadores internacionales y a los titulares de visados H-1B, al tiempo que reducirá drásticamente el número de estudiantes extranjeros que planea traer al país cada año.
El primer presupuesto del primer ministro, Mark Carney, desveló un plan para atraer talentos internacionales, destinando 1.700 millones de dólares canadienses (US$1.200 millones) a la contratación de más de 1.000 investigadores cualificados.
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“La experiencia de estos investigadores ayudará a impulsar nuestra competitividad global y contribuirá a la economía del futuro”, decía el documento presupuestario.
El gobierno también planea lanzar una “vía acelerada” para los titulares de visados H-1B en los próximos meses. Esto se produce tras la decisión del presidente Donald Trump de aumentar las tasas de los visados H-1B a US$100.000.
Sin embargo, el Gobierno mantiene un estricto control sobre el número de inmigrantes que deja entrar en el país tras el aumento de la población en los últimos años.
El nuevo plan de inmigración tiene como objetivo la entrada de 380.000 residentes permanentes al año entre 2026 y 2028. Pero está recortando el número de residentes temporales permitidos a 385.000 en 2026 y a 370.000 en los dos años siguientes. Esto supone una reducción de más del 40% con respecto a este año.
El motor de esa disminución es una fuerte caída en el número de nuevos permisos de estudio que el gobierno planea expedir. Esos objetivos se han reducido a 155.000 en 2026 y a 150.000 tanto en 2027 como en 2028.
Esto supone un descenso respecto a los objetivos fijados por el anterior gobierno de Justin Trudeau, que preveía 305.900 permisos anuales para el periodo comprendido entre 2025 y 2027.
Universidades de Canadá dijo en un comunicado que “reconoce los esfuerzos del gobierno para construir un sistema de inmigración sostenible que dé la bienvenida a aquellos que buscan estudiar en las universidades de clase mundial de Canadá, pero el plan debe coincidir con el talento de este gobierno y la agenda económica”.
Un informe de Desjardins, una firma financiera canadiense, afirma que la entrada de menos personas en el país “debería apoyar el crecimiento salarial a corto plazo, ya que los empleadores pujan por atraer a menos trabajadores disponibles”.
Probablemente ralentizará aún más el crecimiento de la población, en comparación con los objetivos anteriores. Sin embargo, Desjardins afirmó que sus revisiones de las previsiones de crecimiento del producto interior bruto son mínimas.
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“La ralentización del crecimiento demográfico debería aliviar la inflación de la vivienda, sobre todo en el sector del alquiler, ya que es más probable que los trabajadores extranjeros temporales y los estudiantes internacionales alquilen. Por último, el menor ritmo de crecimiento de la población debería ayudar a invertir el descenso del PIB per cápita de Canadá”, señala el informe.
El gobierno pretende ahora reducir la proporción de residentes no permanentes a menos del 5% de la población para finales de 2027, retrasando ese objetivo un año. La cifra era del 7,3% el 1 de julio.
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