Bloomberg — Los ingresos de China por la venta de tierras se desplomaron a su nivel más bajo en una década, contribuyendo a la ampliación del déficit presupuestario a medida que el gobierno aumentaba el gasto en apoyo de la economía.
Los ingresos por la venta de tierras cayeron un 14,6% interanual hasta los 194.100 millones de yuanes (US$27.000 millones) el mes pasado, la cifra más baja desde mayo de 2015. La cifra, basada en cálculos de Bloomberg a partir de datos del Ministerio de Finanzas publicados el viernes, revirtió un crecimiento del 4,3% en abril, que había sido el primer aumento en tres meses.
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La contracción contribuyó a un descenso de los ingresos públicos globales, que alcanzaron los 11,2 billones de yuanes en los cinco primeros meses del año. El MdF sólo publica las cifras combinadas de enero y febrero, que se promedian para comparar los valores mensuales de venta de tierras.
Mientras tanto, el gasto total se disparó hasta los 14,5 billones de yuanes, ya que las autoridades aumentaron el gasto al ritmo más rápido en tres años para impulsar el crecimiento económico, lo que elevó el déficit presupuestario a 3,3 billones de yuanes.
El desplome de las ventas de terrenos subraya la persistente debilidad del mercado inmobiliario, un importante lastre interno para la economía china, que también se enfrenta al aumento de los aranceles estadounidenses sobre las exportaciones. Esto también ha tensado las finanzas de los gobiernos locales, limitando su capacidad de ampliar la inversión para ayudar al crecimiento.
“Mantenemos nuestra previsión de que los ingresos por venta de terrenos del gobierno pueden seguir disminuyendo este año entre un 5 y un 10%, y seguimos creyendo que la construcción y la inversión inmobiliarias aún no han tocado fondo”, escribió en una nota tras la publicación de los datos Lisheng Wang, economista de Goldman Sachs Group Inc. (GS).
Los ingresos por gravámenes relacionados con la propiedad inmobiliaria, incluido el impuesto de escrituración pagado por la compra de propiedades, cayeron un 8,6% interanual en mayo, profundizando la caída del 0,9% del mes anterior.
Los ingresos fiscales totales aumentaron un 0,6% en el mes, desacelerándose desde el aumento del 1,9% registrado en abril.
El impulso del gasto del gobierno ha sido clave para apuntalar la demanda interna este año. Su programa de intercambio de bienes de consumo, por ejemplo, impulsó las compras de productos electrónicos y electrodomésticos con subsidios financiados mediante la emisión especial de bonos soberanos.
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El programa fue tan popular que algunas provincias suspendieron temporalmente los subsidios tras agotar las asignaciones del gobierno nacional, lo que llevó a Pekín a asegurar a los consumidores que se proporcionarían más fondos en el tercer y cuarto trimestres.
Wang, de Goldman, espera una mayor expansión fiscal en el segundo semestre para mitigar las presiones deflacionistas en algunos sectores y reforzar la confianza del mercado. Una revisión del presupuesto a finales de este año sigue siendo posible, dijo, aunque no urgente dado que el crecimiento económico parece en camino de superar el 5% en el periodo enero-junio.
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