Bloomberg — Corea del Norte disparó varios misiles de corto alcance hacia las aguas de su costa este el martes, aumentando las tensiones en la región menos de una semana antes de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca.
Los misiles fueron lanzados alrededor de las 9:30 hora local desde la provincia de Jagang, cerca de la frontera con China, según informó el Ministerio de Defensa de Corea del Sur en un mensaje de texto. Los misiles volaron unos 250 kilómetros (155,3 millas) antes de caer en las aguas.
El último lanzamiento se produjo aproximadamente una semana después de que el régimen de Kim Jong Un disparara un misil balístico de alcance intermedio que voló unos 1.100 kilómetros antes de caer en las aguas orientales.
Los dos lanzamientos del nuevo año ponen de relieve la amenaza que representa Corea del Norte con su desarrollo de armas nucleares y los posibles medios para lanzarlas. Después de que el secretario de Estado, Antony Blinken, condenara el lanzamiento de un misil la semana pasada que coincidió con su visita a Corea del Sur, Kim dijo que su nuevo misil hipersónico mantendría a raya a cualquier rival en la región del Pacífico.
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El avance de Corea del Norte en materia de misiles se produce mientras el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, sigue suspendido del poder tras ser destituido el mes pasado por su breve declaración de la ley marcial. El ministro de Defensa de Corea del Sur y varios comandantes militares también han sido arrestados o suspendidos por su presunta participación.
El presidente interino de Corea del Sur, Choi Sang-mok, que también es ministro de Finanzas, dijo que el país responderá con firmeza a las últimas acciones de Corea del Norte. Anteriormente había pedido que se estuviera preparado para el combate ante los disparos de misiles de Corea del Norte.
La crisis política en Seúl ha coincidido con la creciente cooperación militar de Corea del Norte con Rusia, y Kim ha enviado tropas para unirse a la guerra en Ucrania.
Estados Unidos y Corea del Sur también han acusado a Kim de enviar decenas de municiones de artillería a Rusia para ayudar a Vladimir Putin en sus esfuerzos bélicos. A cambio de las armas, Rusia ha enviado ayuda que ha apuntalado la economía de Corea del Norte y ha ayudado a Kim a avanzar en sus programas armamentísticos, según han dicho Seúl y Washington. Pyongyang y Moscú han negado las acusaciones a pesar de que hay abundantes pruebas que demuestran que se han producido transferencias de armas.
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