Bloomberg Línea — El papa Francisco fue despedido hoy en una ceremonia multitudinaria en la Plaza de San Pedro, tras su fallecimiento el pasado 21 de abril a los 88 años. Más de 250.000 fieles y cerca de 130 delegaciones oficiales, incluidos 80 jefes de Estado y 10 monarcas, según las cifras entregadas por el Vaticano, se reunieron para rendir homenaje al primer papa latinoamericano de la historia.
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La misa de exequias fue presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, en una ceremonia que siguió la voluntad del papa Francisco de ser sencilla y austera.
Durante la homilía, Battista Re recordó que Francisco “caminó junto a su pueblo” y que “hizo de la misericordia el centro de su pontificado”.
Entre los asistentes que se trasladaron hasta el Vaticano estuvieron Donald Trump, presidente de Estados Unidos; Emmanuel Macron, presidente de Francia; Javier Milei, presidente de Argentina; Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, y Volodymyr Zelenskiy, presidente de Ucrania.
También estuvieron los reyes de España, Felipe VI y Letizia, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. No acudieron Vladimir Putin, presidente de Rusia, ni Xi Jinping, presidente de China.
El féretro, de madera sencilla con interior de zinc, fue colocado en el centro de la plaza, cubierto con un paño blanco y el libro de los Evangelios abierto sobre él.
Al momento de la “Ultima Commendatio” y la “Valedictio”, los dos ritos finales de la ceremonia, el cardenal Battista Re roció el féretro con agua bendita e incienso. Al término del acto, la Banda Pontificia entonó el “Salve Regina”, uno de los himnos marianos más tradicionales.
Posteriormente, el féretro fue trasladado en procesión por las calles de Roma hasta la Basílica de Santa María la Mayor, donde será sepultado en una tumba sencilla, marcada únicamente con la inscripción “Franciscus”, cumpliendo así su deseo de una despedida humilde.
Antes del cierre del sepulcro, se colocaron junto a su cuerpo tres objetos tradicionales: una bolsa con monedas acuñadas durante su pontificado, una copia del “Rogito”, documento que recoge los hechos más relevantes de su papado, y el palio arzobispal que utilizó como arzobispo de Buenos Aires.
Ahora, comenzarán los Novediales, nueve días de misas en memoria del pontífice, antes de la convocatoria oficial del cónclave que elegirá al próximo sucesor de San Pedro.
