Bloomberg — Estados Unidos y Gran Bretaña firmarán un acuerdo para agilizar la construcción de centrales nucleares por parte de empresas de ambos países cuando el presidente Donald Trump visite el país esta semana, según el gobierno británico.
La asociación nuclear es uno de los varios acuerdos económicos que la administración del primer ministro Keir Starmer pretende anunciar en un esfuerzo por evitar que la visita de Trump caiga en dificultades diplomáticas y políticas. El presidente llega a Gran Bretaña el martes, participa en un día de pompa con el rey Carlos III el miércoles y se reúne con Starmer el jueves.
Ambos países utilizarán las evaluaciones de seguridad de la otra parte sobre los diseños de los reactores para acelerar sus propias comprobaciones en virtud del nuevo acuerdo. Eso debería acelerar el tiempo de concesión de licencias para proyectos nucleares a dos años desde los tres o cuatro años, dijo el gobierno del Reino Unido en un comunicado de prensa el domingo.
“Junto con EE UU, estamos construyendo una edad de oro de la energía nuclear que sitúa a ambos países a la vanguardia de la innovación y la inversión mundiales”, declaró Starmer en un comunicado difundido por su oficina.
“Satisfacer esta demanda requerirá asociaciones sólidas con nuestros aliados de todo el mundo y una colaboración robusta con los innovadores del sector privado”, declaró el secretario de Energía estadounidense, Chris Wright.
Starmer cuenta con una serie de anuncios comerciales esta semana para dar un impulso económico a la visita de Trump y distraer de sus problemas políticos internos.
Incluyen planes de X-Energy y Centrica para construir 12 reactores modulares avanzados en Hartlepool, al noreste de Inglaterra, y de Holtec y EDF para desarrollar centros de datos alimentados por pequeños reactores modulares en Nottinghamshire. El gobierno británico ha valorado los acuerdos en más de £50.000 millones (US$68.000 millones).
Trump llega mientras Starmer se enfrenta a interrogantes sobre su futuro político tras las salidas de dos altos cargos de su gobierno en menos de una semana.
Después de que la viceprimera ministra Angela Rayner perdiera su puesto por un escándalo fiscal, Starmer despidió la semana pasada a su embajador en Washington, Peter Mandelson, tras una investigación de Bloomberg News sobre su relación con Jeffrey Epstein, el financiero caído en desgracia y delincuente sexual convicto. El tumulto ha dejado al primer ministro bajo una intensa presión de los legisladores del gobernante Partido Laborista, que cuestionan su perspicacia política.
La perspectiva de una rueda de prensa conjunta en la que Trump y Starmer sean preguntados repetidamente sobre Epstein está dando pesadillas a los funcionarios del Gobierno británico, según informó Bloomberg el sábado.
Aún así, se espera que Trump y Starmer anuncien una nueva asociación entre sus industrias tecnológicas respaldada por Jensen Huang, de Nvidia Corp, y Sam Altman, de OpenAI, un acuerdo que fue orquestado por Mandelson antes de su destitución. Gran Bretaña también espera que mejoren las condiciones de los aranceles estadounidenses sobre el acero y el whisky.
Los líderes ofrecerán una recepción y una charla junto a la chimenea con inversores británicos y estadounidenses clave el jueves en la residencia campestre del primer ministro en Chequers, entre los que se encuentran directores ejecutivos de GSK, Microsoft y Rolls Royce.
--Con la colaboración de Ellen Milligan.
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