Bloomberg — Las empresas esperan trasladar aproximadamente la mitad de los gastos relacionados con los aranceles a los consumidores estadounidenses que aún se recuperan del aumento de la inflación de la era de la pandemia, según una nueva encuesta del Banco de la Reserva Federal de Atlanta.
Los resultados muestran que muchas empresas prevén que tendrán que adoptar un enfoque diferente al de 2018, cuando repercutieron casi todos los gastos relacionados con los aranceles a sus clientes, escribieron los investigadores de la Fed de Atlanta en un blog publicado el jueves.
“Nuestros resultados sugieren que muchas empresas creen que sus clientes son lo suficientemente sensibles a los precios esta vez (quizá debido al reciente repunte inflacionista que no está demasiado lejos en el retrovisor) como para no poder repercutir todo el aumento de los costos sin reducir la demanda”, escribieron los investigadores de la Fed de Atlanta Kevin Foster, Aaron Jalca y Brent Meyer.
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Se pidió a las empresas que estimasen qué parte de los costos arancelarios más elevados podrían trasladar a los clientes en función de los niveles actuales de demanda. Las empresas que informaron de niveles de demanda más fuertes dijeron que esperaban repercutir una mayor parte de los costos que las empresas que se enfrentaban a ventas más débiles, según la encuesta, que se realizó del 7 al 18 de abril.
Durante el periodo de la encuesta, el presidente Donald Trump había puesto en marcha un arancel base del 10% para casi todos los países y un arancel del 25% sobre todos los automóviles y piezas de automóviles fabricados en el extranjero. China y la Unión Europea se enfrentaron a aranceles significativamente más altos en ese momento.

En promedio, las empresas informaron a los investigadores de la Reserva Federal de Atlanta que esperaban poder trasladar el 51,1% de un aumento del 10% en los costos sin afectar la demanda actual. En un escenario con un aumento del 25% en los costos, las empresas indicaron que probablemente podrían trasladar el 47,3% de los aranceles.
Los empresarios han tenido que lidiar con varias iteraciones de los aranceles de Trump desde que los anunció, con el presidente concediendo prórrogas sobre algunos componentes y rebajando los gravámenes para varios países de forma temporal mientras tienen lugar las negociaciones. Los tribunales estadounidenses añadieron más incertidumbre la semana pasada, bloqueando primero y restableciendo después el grueso de los gravámenes durante el proceso de apelación. La falta de claridad sobre el estado final de los aranceles y cómo afectarán a los precios y al crecimiento hace que los funcionarios de la Reserva Federal mantengan estables las tasas de interés a la espera de más datos.
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Los aranceles aún no se han reflejado claramente en los datos oficiales de precios ni en el mercado laboral, ya que la inflación se está moderando y el empleo se mantiene estable. Sin embargo, tanto los consumidores como los líderes empresariales están preocupados por cómo afectarán los gravámenes a sus resultados.
La actividad económica disminuyó en las últimas semanas en medio de la incertidumbre, según la encuesta del Libro Beige de la Reserva Federal publicada el miércoles. Ese informe reveló que las empresas que planean aumentar los precios a causa de los aranceles esperan hacerlo en un plazo de tres meses. Unas pocas regiones esperaban que estos aumentos fueran “fuertes, significativos o sustanciales”.
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