Bloomberg — La operación política del presidente electo Donald Trump recibió una afluencia de dinero en efectivo en los últimos días de la campaña de donantes ricos que apuntalaban una candidatura que tenía mucho menos dinero en mano que su rival demócrata Kamala Harris.
Apenas unas semanas después, muchos de esos donantes han sido nombrados para ocupar puestos destacados en la nueva administración de Trump.
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El mayor donante con diferencia de todo el ciclo electoral, Elon Musk, aportó US$75 millones al súper comité de acción política pro-Trump que fundó en las últimas semanas de las elecciones, y siguió dando otros US$45 millones al America PAC después de que Trump ya hubiera declarado la victoria, según los últimos datos de la Comisión Federal Electoral publicados a última hora del jueves pasado.
Musk, junto con el empresario Vivek Ramaswamy, ha sido designado para liderar un esfuerzo para recortar el gasto gubernamental, llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Varios otros donantes que extendieron grandes cheques en la recta final de la campaña también tendrán un asiento en la mesa de la nueva administración, si el Senado confirma sus nombramientos. Howard Lutnick, de Cantor Fitzgerald LP, propuesto para ser secretario de Comercio, dio casi US$5 millones a super PAC que respaldan a Trump. El fundador de Intercontinental Exchange, Jeffrey Sprecher, cuya esposa Kelly Loeffler ha sido elegida para dirigir la Administración de Pequeñas Empresas, dio un millón de dólares. Y Linda McMahon, elegida para dirigir el Departamento de Educación, también dio un millón de dólares, según los archivos de la FEC que revelan las donaciones desde mediados de octubre hasta el día de las elecciones.
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Las elecciones de Trump para su gabinete -en camino de ser una de las administraciones más ricas de la historia presidencial moderna- demuestran el papel que pueden desempeñar las donaciones de campaña en el acceso a la órbita política del presidente electo. Trump, que ascendió al poder en 2016 impulsado por contribuyentes de base que donaban en pequeños incrementos, se apoyó en multimillonarios para su tercera candidatura a la Casa Blanca, lo que muestra un cambio en la forma en que los megadonantes republicanos han acogido al presidente electo en su transición de outsider del partido a abanderado del GOP.
En sus últimos días como candidato presidencial, Trump consiguió otras grandes donaciones para su campaña y su partido de multimillonarios como Robert W. Duggan, de Summit Therapeutics, y Thomas Dan Friedkin, del Friedkin Group. El multimillonario Anthony Pratt donó US$10 millones a MAGA Inc, un super PAC que apoya a Trump.
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A pesar del apoyo multimillonario, la campaña de Trump recaudó solo US$477 millones en el transcurso del ciclo electoral, menos de la mitad de los US$1.200 millones que recaudó Harris. Pero en las últimas semanas de la campaña, los super PAC favorables a Trump -que pueden aceptar donaciones ilimitadas- recaudaron US$260 millones, frente a los US$190 millones de los grupos que respaldaban a Harris, lo que demuestra hasta qué punto los donantes con grandes bolsillos se apresuraron a financiarle cuando los votantes se preparaban para acudir a las urnas.
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