Bloomberg — Un potencial arancel estadounidense a las importaciones de petróleo pasaría a los consumidores una factura de US$22.000 millones al repercutirse los mayores costes, al tiempo que haría poco por estimular la producción nacional de crudo, según Goldman Sachs Group Inc. (GS).
El posible gravamen, que ha sido planteado por la administración Trump, incluso sobre los flujos procedentes de Canadá y México, supondría un coste equivalente a US$170 por hogar, dijeron en una nota analistas como Callum Bruce.
Los mercados mundiales de materias primas, incluido el petróleo, se han visto sacudidos desde la toma de posesión de Donald Trump el mes pasado, mientras el presidente presiona con una agresiva serie de medidas para sacudir el sistema de comercio mundial. Además de las acciones con las que amenaza contra las importaciones de México y Canadá, la administración ha apuntado a los envíos de China y ha prometido gravámenes sobre el acero y el aluminio, así como los llamados gravámenes recíprocos sobre todos los países.
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“Consideramos que un arancel estadounidense del 10% sobre el crudo no impulsaría significativamente la producción estadounidense debido al desajuste entre el crudo ligero que produce EE.UU. y el crudo pesado que demandan muchas refinerías estadounidenses”, señalan los analistas en la nota, fechada el 21 de febrero. Mientras tanto, los precios medios de la gasolina al por menor podrían aumentar 7 céntimos por galón si se impone un arancel del 10%, señalaron.
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