Bloomberg — Los vientos secos y cálidos avivarán las llamas en Los Ángeles a mediados de semana - y algunas previsiones muestran poco alivio para el resto del mes - mientras el sur de California lucha con uno de los peores comienzos de año para los incendios forestales.
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Aunque se han hecho buenos progresos para sofocar dos de los incendios más pequeños de la región, los más grandes están arrasando casi fuera de control el domingo, incluso mientras miles de bomberos se enfrentan a los infiernos en lo que el jefe de bomberos de la ciudad describió como un “ataque aéreo implacable”. Bomberos de todo EEUU, así como de Canadá y México, han convergido en California para ayudar en la lucha contra las llamas.
El tiempo está demostrando ser un enemigo formidable. Se han emitido alertas de bandera roja por incendios hasta el miércoles, ya que el viento azota la región, extendiendo las llamas, convirtiendo la vegetación en combustible y haciendo menos eficaz el agua lanzada desde los aviones. Más de 8,4 millones de personas se enfrentarán el domingo a unas condiciones meteorológicas críticas para los incendios, y ese peligro persistirá durante días, según el Centro de Predicción de Tormentas de EE.UU., sin que se prevean lluvias.
Un patrón estancado de altas presiones y bajas presiones en todo el oeste ha creado un embudo natural para soplar vientos sobre el sur de California.
"Es un patrón desastroso y no hay muchas posibilidades de que cambie", dijo Bob Oravec, pronosticador principal de la rama en el Centro de Predicción Meteorológica de EEUU. "En todo caso, parece que se recarga en todo el Oeste y que empeorará a finales de mes".
Las zonas de evacuación ampliadas incluyen los barrios ultra acomodados de Brentwood y Bel Air, así como algunas de las instituciones culturales más importantes de Los Ángeles. El Getty Center, un hito arquitectónico con una colección de arte de categoría mundial, tiene un diseño resistente al fuego que podría ser puesto a prueba.
La devastación había matado a 16 personas hasta el sábado por la noche. Once murieron en la ciudad de Altadena a causa del incendio de Eaton, mientras que cinco perecieron en el incendio de Palisades.
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Trece personas están desaparecidas, según las autoridades. Otros 19 han sido arrestados en el incendio de Eaton y otros tres en el de Palisades por violar el toque de queda, robo y saqueo. Más de 16.000 personas han solicitado ayuda a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias, dijo el administrador regional Bob Fenton.
A última hora del sábado, el incendio de Palisades, cerca de Malibú, había quemado 23.654 acres y sólo estaba contenido en un 11%, mientras que el incendio de Eaton, cerca de Pasadena, había consumido 14.117 acres y estaba contenido en un 15%, según las autoridades. Más de 10.000 estructuras han sido destruidas en los dos incendios, situándolos como el tercero y cuarto más destructivos de la historia del estado.
El gobernador de California, Gavin Newsom, emitió el domingo una orden ejecutiva destinada a ayudar a Los Ángeles a reconstruirse más rápidamente una vez que los incendios estén contenidos. La orden suspende ciertas normativas estatales medioambientales y de permisos, incluidas la Ley de Calidad Medioambiental de California y la Ley Costera de California, para acelerar la reconstrucción de viviendas y negocios en las zonas afectadas. Newsom también prorrogó las protecciones contra la subida de precios en el condado de Los Ángeles hasta enero de 2026.
Los incendios amenazan con empeorar una región que ya está lidiando con algunos de los costes de la vivienda más elevados de EE.UU., y el gobernador advirtió de que los retrasos en la reconstrucción podrían hacer aumentar el número de personas sin hogar e inflar aún más los precios de la vivienda.
“Cuando se extingan los incendios, las víctimas que han perdido sus hogares y negocios deben poder reconstruir rápidamente y sin obstáculos”, dijo Newsom en un comunicado.
En el programa de la NBC, el gobernador dijo: "Tenemos que estar pensando a tres semanas, tres meses, tres años vista al mismo tiempo que nos centramos en lo inmediato, que es la seguridad de las vidas y los bienes".
Este mes se han declarado al menos 101 incendios, una cifra superior a los 39 del año pasado y a la media quinquenal de 46, según el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California, comúnmente llamado Cal Fire.
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Además de las amenazas que se ciernen sobre los residentes, la Universidad de California en Los Ángeles ha comunicado a los estudiantes y al personal que todas las clases se impartirán a distancia al menos hasta el 17 de enero y que todo el campus funciona en condiciones de emergencia, según su página web.
Al menos 17.587 socorristas se han unido a la lucha. Newsom también anunció el sábado que ha duplicado el personal de la Guardia Nacional que trabaja en los incendios hasta alcanzar los 1.680 efectivos. En total, el estado ha desplegado a más de 14.000 personas para apoyar las labores de extinción.
Las autoridades de California han invitado al presidente electo Donald Trump a recorrer las zonas dañadas por los incendios, pero éste no ha respondido públicamente. Su personal no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Los incendios también han presionado a las empresas de servicios públicos que han cortado preventivamente la electricidad a los residentes. Los abogados que representan a las compañías de seguros han pedido a la compañía eléctrica del sur de California Edison International que preserve las pruebas relacionadas con el incendio de Eaton.
Edison también ha dicho que las agencias de bomberos están investigando si el equipo de la compañía estuvo implicado en la ignición del incendio Hurst, más pequeño, cerca de San Fernando. “En este momento, no tenemos ninguna prueba que diga que el incendio de Hurst fue causado por nuestros equipos, pero queda mucho por investigar”, dijo el sábado a la prensa el presidente y consejero delegado de Southern California Edison, Steven Powell.
Hasta el domingo, 63.485 clientes estaban sin electricidad, según PowerOutage.us.
La Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego de EEUU está investigando los incendios, anunció el sábado el jefe de policía de Los Ángeles, Jim McDonnell.
California tiene un historial de devastadores incendios forestales provocados por equipos de empresas eléctricas durante tormentas de viento. La mayor empresa eléctrica del estado, PG&E Corp, se declaró en bancarrota en 2019 tras una serie de incendios mortales achacados a sus cables.
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Los incendios son la catástrofe natural más devastadora que ha asolado Los Ángeles desde el terremoto de Northridge de 1994, en el que murieron 57 personas, y es probable que se sitúen entre las catástrofes naturales más costosas de la historia moderna de EE UU. El pronosticador comercial AccuWeather Inc. estima que las pérdidas directas y secundarias, que tienen en cuenta la destrucción no asegurada y el impacto económico indirecto, como la pérdida de salarios y las interrupciones en la cadena de suministro, pueden alcanzar entre 135.000 y 150.000 millones de dólares.
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