El secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, habló de la importancia de que Estados Unidos vuelva a ser “amigo de sus amigos” y nombró a siete países de América Latina y el Caribe como ejemplos de aquellos gobiernos a los que debería acercarse: Argentina, Costa Rica, El Salvador, Guyana, Panamá, Paraguay y República Dominicana fueron puestos como ejemplos por parte del funcionario republicano.
Las declaraciones se dieron en el marco de una entrevista para el podcast Triggered, que conduce Donald Trump Jr., hijo del presidente de los Estados Unidos y, por ende, del jefe de Rubio.
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Trump Jr. le preguntó a Marco Rubio si podía hablar sobre lo que parece ser un giro más amplio de Estados Unidos hacia el Hemisferio Occidental. Mencionó que se han hecho comparaciones con la Doctrina Monroe y quiso saber si Rubio veía oportunidades para “sacudir los cimientos del comunismo” en la región y construir “alianzas americanas fuertes y duraderas” en el “patio trasero” de Estados Unidos, citando como ejemplos a Nayib Bukele en El Salvador, Javier Milei en Argentina y Corina Machado en Venezuela.
Al respecto, Rubio contestó: “La premisa es que Estados Unidos quiere ser amigo de nuestros amigos. Durante mucho tiempo, si eras un aliado estadounidense o eras pro-estadounidense te ignorábamos un poco y, en algunos casos, incluso, te tratábamos mal”.
En contraposición, el secretario de Estado comparó: “Pero si eras un irritante, como Nicaragua, Cuba o Venezuela, entonces hacíamos tratos contigo, para hacerte feliz”.
Rubio se jactó de “revertir todo eso” y agregó: “Puedes mirar países como Guyana, Argentina, Paraguay, Costa Rica, el presidente de Panamá es muy pro estadounidense, lo que significa que quiere ser nuestro aliado y nuestro socio. También El Salvador y República Dominicana”.
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Rubio señaló, además: “Hemos hecho un esfuerzo concertado para acercarnos a estos países que tienen gobiernos y líderes que quieren estar alineados con Estados Unidos, no solo en temas regionales, sino en temas internacionales. Queremos que esos líderes, democráticamente electos, vuelvan a su gente y digan ‘hay beneficios de ser amigos de Estados Unidos’”.
Por último, el republicano sentenció: “Al mismo tiempo, nos permite definir, claramente, los países que tienen gobiernos que son enemigos de Estados Unidos, como Cuba, Nicaragua y Venezuela”.