Bloomberg — Harris Rosner se autodefine como coleccionista de recuerdos deportivos “únicos en su especie”. En su mayor parte, esto significa que compra objetos que, según él, podrían considerarse el primer objeto de la carrera de una estrella del deporte.
“¿La primera vez que alguien se puso una camiseta en un partido de la temporada regular? Eso sólo va a ocurrir una vez”, dice Rosner, que fundó la empresa VIP Tickets, con sede en Los Ángeles.
Y por eso Rosner estaba comprensiblemente emocionado cuando se enteró de dos camisetas de baloncesto que pronto se venderán en Sotheby’s.
En una venta en línea que tendrá lugar del 12 al 26 de marzo, la casa de subastas ofrecerá la camiseta firmada de Michael Jordan del “debut de pretemporada” de los Chicago Bulls, que la estrella vistió en la pretemporada 1984-85.
Y en otra venta en línea que tendrá lugar del 10 al 24 de abril, ofrecerá la camiseta de “debut como novato” de Kobe Bryant con Los Ángeles Lakers, que el fallecido jugador vistió durante la temporada 1996-97. Se calcula que cada camiseta se venderá en torno a los 10 millones de dólares.
"Sin duda, ambos son artículos que cumplirían mis criterios", dice Rosner. "Es decir, quiero mucho a esos dos tipos, y ambos son artículos únicos en su especie".
Tanto si las camisetas superan sus estimaciones como si no, las valoraciones de 10 millones de dólares son una señal segura de que el mercado de objetos de colección ha entrado en una nueva fase, una en la que los objetos ultrarraros -a menudo de las temporadas de novato de los jugadores- han ascendido a una estratosfera de precios distinta y elevada.
“Puede haber atletas increíbles que sean súper queridos y estén muy solicitados, pero sus camisetas no valen mucho porque hay una población muy grande” de objetos, dice Brahm Wachter, jefe de objetos de colección modernos de Sotheby’s.
“Cuanto más raras son las cosas, más valor tienen. Cuando tratas con objetos de novato, estás tratando con un año en la carrera de un atleta, y después de ese punto se acabó.”
Una brecha cada vez mayor
Esta relativa escasez de artículos de novato se ha acentuado a medida que la industria de los objetos de recuerdo deportivos ha madurado y se ha expandido. Wachter cita la práctica cada vez más extendida de que los jugadores lleven varias camisetas por partido para tener más camisetas “usadas” que vender.
“Si en cada partido el jugador está intercambiando camisetas, hay una población de ellas y se están vendiendo”, explica.
“Si piensa en las camisetas de debut de los novatos, eso ocurre una vez. No es algo que pueda repetirse. Así que, en ese sentido, adquieren cierta importancia”.
Un mes después de que la estrella emergente Victor Wembanyama debutara con los San Antonio Spurs en octubre de 2023, por ejemplo, Sotheby's vendió la camiseta de ese primer partido por 762.000 dólares.
El fenómeno se extiende a todos los deportes. En 2022, Heritage Auctions vendió una tarjeta de novato de Mickey Mantle de Topps de 1952 por 12,6 millones de dólares, lo que la convirtió en la tarjeta deportiva más valiosa del mundo vendida en una subasta.
Y el pasado agosto, Heritage vendió una camiseta de novato de los Milwaukee Braves de Hank Aaron de 1954 -usada en el partido y firmada- por la cifra récord de 2,1 millones de dólares.
En esa misma subasta, un bate de novato de 1911 utilizado por “Shoeless Joe” Jackson se vendió por 2 millones de dólares. “En los últimos cinco años hemos asistido a un auténtico repunte de la demanda de baloncesto, a medida que la popularidad y el carácter internacional de la NBA continúan expandiéndose”, afirma Wachter. “Pero yo diría que muchos deportes tienen mucho valor”.
La mayor importancia de la categoría de novatos se ha hecho cada vez más evidente para Elliot Tebele, un empresario de medios digitales de 34 años, que afirma que colecciona recuerdos deportivos desde que era niño. Hoy especula con que posee la mayor colección del mundo de zapatillas deportivas usadas en partidos de Michael Jordan.
“La parte favorita de mi colección son las primeras zapatillas Jordan”, afirma. “Eso es lo mejor de mi colección, y casi la mayor parte de mi colección en términos de valor”. Con los años, dice, ese mercado ha “cambiado drásticamente en cuanto a los valores y la competencia”.
Fuerte crecimiento
Las dos camisetas de próxima aparición en Sotheby’s encapsulan este cambio. La camiseta de Kobe, que vistió en su primer partido tanto de la temporada regular como de la pretemporada, se vendió por última vez en 2012 por sólo 115.242 dólares. Si se vende por su estimación, representaría un aumento de aproximadamente el 8.600% en 13 años.
La camiseta de Jordan es la única camiseta de su temporada de novato que ha salido a subasta con una foto coincidente y usada en un partido. (El emparejamiento de fotos es el proceso de comparar fotos del atleta vistiendo la camiseta con la propia camiseta, identificando pequeñas imperfecciones que autentifican la camiseta). Se vendió por última vez en 2009 en una subasta del Salón de la Fama del Baloncesto por 50.000 dólares, y representaría un aumento de aproximadamente el 20.000% si alcanza su estimación.
Rosner, por su parte, es consciente de la trayectoria ascendente del mercado, aunque dice que no es su principal preocupación. “Si una imagen vale más que mil palabras, una entrada vale más que un millón de recuerdos”, afirma. “Así que si tienes una camiseta de alguien a quien viste en el partido, y tal vez incluso durante ese partido te saludó o te chocó los cinco, el valor intrínseco de eso es mucho más profundo que simplemente buscar comprar algo como inversión”.
Dicho esto, admite: "Si compro algo, especialmente si es valioso, definitivamente espero que en algún momento valga más de lo que pagué por ello".
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