Bloomberg — El suburbio de Glendale, en Los Ángeles (California), canceló un contrato de larga duración para albergar a inmigrantes detenidos por las autoridades federales en las instalaciones del departamento de policía local, debido a la creciente controversia pública sobre este acuerdo.
La ciudad anunció la decisión cuando la zona de Los Ángeles se preparaba para una cuarta jornada de protestas por las redadas llevadas a cabo por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos, en las que se han registrado varios enfrentamientos violentos con las autoridades y se han llevado a cabo decenas de detenciones. Glendale señaló que la cancelación era necesaria para mantener la confianza de la comunidad, aunque aclaró que la medida no tenía motivaciones políticas.
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“La percepción pública del contrato con el ICE, por muy limitado o cuidadosamente gestionado que sea, por muy bueno que sea, se ha convertido en un factor de división”, afirmó la ciudad en un comunicado.
La oposición al ICE se está intensificando a medida que la administración del presidente Donald Trump busca aumentar las detenciones de inmigrantes indocumentados y cumplir su promesa de llevar a cabo la mayor campaña de deportaciones de la historia de EE.UU. Mientras el presidente desplegaba la Guardia Nacional en Los Ángeles durante el fin de semana, el zar de la frontera de la Casa Blanca, Tom Homan, advirtió que las autoridades de California podrían ser arrestadas si obstaculizan los esfuerzos de control de la inmigración.
La decisión de Glendale representa un giro con respecto a su acuerdo de larga duración con el ICE, que permitía a la ciudad encarcelar a inmigrantes detenidos sin antecedentes penales en sus instalaciones de 96 camas, según el medio de comunicación local KTLA.
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El contrato, que se remonta a 2007, se mantuvo en vigor incluso después de que California promulgara la Ley 54 del Senado en 2018. La ley prohíbe a los organismos locales utilizar sus recursos para ayudar a las autoridades federales en la aplicación de la ley de inmigración. Dado que el acuerdo con el ICE era anterior a la ley estatal, las autoridades municipales habían argumentado que era legalmente válido.
Varios municipios de California rescindieron sus contratos con el ICE a raíz de la SB 54, pero Glendale mantuvo su acuerdo, ya que su jefe de policía en ese momento advirtió que la ley tendría consecuencias no deseadas y podría poner en peligro la seguridad pública.
En su comunicado de esta semana, la ciudad enfatizó que “el Departamento de Policía de Glendale no aplica la ley de inmigración. Esa no es su función, ni lo será jamás”.
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