Bloomberg — Las diferencias entre los esfuerzos de acción rápida de Elon Musk para remodelar el gobierno federal y el deseo de los republicanos del Congreso de un proceso y cortesías profesionales se jugaron a puerta cerrada en el Capitolio de Estados Unidos, la última señal de la tensión en ciernes entre las facciones de los aliados del presidente Donald Trump.
En una serie de reuniones el miércoles con Musk, los republicanos de la Cámara de Representantes y del Senado trataron de inculcar al multimillonario que el Congreso tiene un papel central en la promulgación de polémicos recortes de gastos que no corran el riesgo de ser anulados en los tribunales.
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Los legisladores también imploraron a Musk una mayor comunicación -y advertencia- por parte de su Departamento de Eficiencia Gubernamental sobre los recortes inminentes que podrían afectar a puestos de trabajo y programas en sus distritos, según una persona familiarizada con la discusión.
Aún así, en público los legisladores se mostraron en gran medida elogiosos con Musk, instándole a actuar con mayor rapidez para recortar los programas federales. Muchos legisladores republicanos son reacios a criticar a Musk incluso en sesiones a puerta cerrada, sólo para miembros, dijo la persona, que pidió el anonimato para hablar de la reunión privada.
Las reuniones se producen mientras el Congreso lidia con las implicaciones del DOGE, cuyos recortes radicales y a la velocidad del rayo en la plantilla federal han provocado reacciones contrarias en los distritos y estados de los legisladores.
Entre los controvertidos cambios inspirados por el DOGE que se debatieron el miércoles figura el anuncio de Asuntos de Veteranos de recortar unos 80.000 empleados, una propuesta que alarmó a algunos republicanos por la posibilidad de obstaculizar el acceso a la atención sanitaria de millones de veteranos en todo el país.
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El representante Derrick Van Orden, un Navy Seal retirado, dijo que preguntó a Musk sobre los recortes, quien aseguró al grupo que no habría “ninguna degradación de los beneficios para nuestros veteranos”, dijo el republicano de Wisconsin. Sin embargo, Musk distanció en la reunión a la DOGE -la oficina de la Casa Blanca que dirige los esfuerzos federales de recorte de gastos- de los planes de la VA de despedir personal.
El senador Jerry Moran, republicano por Kansas, también criticó los recortes el miércoles, pidiendo que cualquier cambio en la VA se haga de “forma más responsable”.
En una reunión a primera hora del día, los republicanos del Senado dijeron que advirtieron a Musk de que recortar simplemente la financiación del Gobierno sin la aprobación del Congreso era “efímero” y corría el riesgo de ser tumbado por el Tribunal Supremo, que el miércoles asestó un golpe a la congelación unilateral de la ayuda exterior de Trump.
En su lugar, los senadores presionaron a Musk para que enviara un paquete de recortes al Congreso para su aprobación mediante un proceso que sólo requiere una mayoría simple en ambas cámaras.
El senador Lindsey Graham, republicano de Carolina del Sur, sugirió que la propuesta de la administración podría ascender a decenas de miles de millones en recortes de gastos. “Políticamente ahora es el momento”, añadió.
Graham y el senador Rand Paul, de Kentucky, dijeron que Musk parecía receptivo a la idea. Musk, dijo Graham, bombeó sus puños durante la discusión.
No está claro qué se incluiría exactamente en la lista de las llamadas rescisiones. Pero Graham dijo que los recortes a los servicios para veteranos, por ejemplo, serían una “mala praxis política”.
Otros recortes -sobre todo los que afectan a empleos federales y de contratación en los distritos de los legisladores- podrían dificultar su aprobación dadas las estrechas y díscolas mayorías del Partido Republicano en ambas cámaras.
Comunicaciones
Varios republicanos han expresado su frustración por el hecho de que Musk, un empleado especial del gobierno, no se comunique con el Congreso sobre los planes de su equipo.
“Si está haciendo algo que afecta a alguien en su distrito, estaría bien que les avisara antes de hacerlo”, dijo el representante Tom Cole, de Oklahoma, presidente del Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes. “Tengan cortesía con los miembros. Avíseles porque son ellos los que tienen que ir a casa y defender estas cosas”.
La homóloga de Cole en el Senado, Susan Collins, de Maine, no asistió a la reunión con Musk porque estaba reunida con algunos republicanos de la Cámara de Representantes.
La senadora republicana Shelley Moore Capito, de Virginia Occidental, se hizo eco el miércoles del sentimiento de Cole.
“Creo que no hay suficiente antelación. No hay suficiente claridad”, dijo. “Estamos teniendo problemas para obtener información”.
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Trump, durante su discurso conjunto ante el Congreso el martes por la noche, alabó el trabajo de Musk con el DOGE, afirmando que el grupo ha encontrado importantes “fraudes, despilfarros y robos”. El DOGE afirma en su página web que ha ahorrado US$105.000 millones cancelando contratos gubernamentales, pero análisis independientes han descubierto que ese total es probablemente significativamente inferior debido a errores contables y lecturas erróneas de los expedientes contractuales.
Los demócratas han argumentado que la DOGE y la administración Trump están revocando ilegalmente gastos ordenados en leyes aprobadas por el Congreso e inmiscuyéndose en el poder constitucional de la cartera del Congreso.
Con la colaboración de Rachel Cohrs Zhang y Steven T. Dennis.
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