Bloomberg — La colisión entre un avión regional de American Airlines Group Inc. (AAL) y un helicóptero militar cerca del aeropuerto Ronald Reagan en Washington DC no dejó sobrevivientes a bordo de las dos aeronaves, dijeron las autoridades, lo que lo convierte en uno de los desastres aéreos más letales de Estados Unidos en décadas y una prueba temprana para la administración del presidente Donald Trump en su segunda semana en el cargo.
El vuelo 5342 de American Airlines, que había llegado de Wichita, Kansas, con 60 pasajeros y cuatro tripulantes, chocó contra un helicóptero Sikorsky H-60 Black Hawk con tres militares a bordo cuando se aproximaba a la pista poco antes de las 9:00 pm hora local del miércoles.
Los equipos de rescate trabajaron durante toda la noche para recuperar a los sobrevivientes, pero a primera hora de la mañana su misión se había convertido en una operación de salvamento, según dijeron en una rueda de prensa en el aeropuerto.
“En este momento, no creemos que haya sobrevivientes de este accidente”, dijo John Donnelly, jefe de los Servicios Médicos de Emergencia y Bomberos. “Los socorristas encontraron condiciones extremadamente frías, fuertes vientos y hielo en el agua, y trabajaron toda la noche en esas condiciones”.
La colisión se suma a un número creciente de accidentes de aviación mortales durante el último año, tras un período prolongado en el que prácticamente no hubo víctimas mortales en la industria de la aviación civil.
El 2 de enero de 2024, un Airbus A350 de Japan Airlines chocó contra un avión más pequeño al aterrizar en Tokio, matando a todos los que iban a bordo del avión parado, pero salvando a los del avión de fuselaje ancho, que quedó destruido en un incendio posterior. El mes pasado, un Boeing 737 que intentaba realizar un aterrizaje de emergencia en Corea del Sur patinó sobre su panza y se estrelló contra un muro de hormigón que se encontraba justo detrás de la pista. El incidente del 29 de diciembre mató a todos menos dos de los 181 pasajeros y tripulantes a bordo.
Las imágenes del accidente mortal del miércoles compartidas en las redes sociales muestran a los dos aviones chocando en el cielo nocturno y explotando en una bola de fuego antes de caer al río. El fuselaje del avión regional fue encontrado boca abajo en tres secciones en el río, y la misión de rescate se está complicando por el hecho de que el área del accidente está algo dispersa, dijo Donnelly.
El desastre será seguido de cerca por su manejo político. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, juró su cargo hace apenas unos días, y Sean Duffy, quien como secretario de Transporte supervisa la FAA, fue confirmado el martes. La FAA no tiene un administrador en este momento, después de que Mike Whitaker dimitiera el día de la investidura de Trump.
Trump expresó su propia frustración por la colisión y dijo en una publicación de Truth Social que el avión estaba en una línea de aproximación “perfecta y rutinaria”.
“El helicóptero volaba directamente hacia el avión durante un largo período de tiempo”, escribió. “Era una NOCHE CLARA, las luces del avión estaban encendidas, ¿por qué el helicóptero no subía ni bajaba, ni giraba?”.
Entre los pasajeros del vuelo estadounidense había miembros de la comunidad de patinaje artístico de Estados Unidos que regresaban de los campeonatos nacionales en Wichita, dijo US Figure Skating en una publicación en X. AFP, citando agencias de noticias rusas, dijo que una pareja de campeones rusos de patinaje también estaba a bordo.
El accidente revivió los recuerdos de un desastre aéreo ocurrido en enero de 1982, cuando un Boeing 737 de Air Florida Co. tuvo dificultades para ganar altura después de despegar con hielo en los motores y en las alas, chocó contra el puente de la calle 14 y luego se estrelló contra el río Potomac helado. La mayoría de las personas a bordo murieron, junto con cuatro automovilistas en tierra.
El avión involucrado en la colisión del miércoles suele tener capacidad para 65 personas y se utiliza generalmente para viajes cortos. Moran dijo que esa ruta en particular es un vuelo con el que está “muy familiarizado”, ya que ha volado desde Wichita al aeropuerto Reagan “muchas veces”.
El avión volaba a 228 kilómetros (142 millas) por hora a unos 400 pies sobre el río en la aproximación para aterrizar en la pista 33 del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington antes de que los datos dejaran de registrarse, según Flightradar24.
The FAA confirms tonight’s collision near DCA involved #AA5342 and a US military H60. The helicopter was not broadcasting ADS-B data. The last received ADS-B position from the CRJ was at 01:48 UTC.
— Flightradar24 (@flightradar24) January 30, 2025
AA5342 was en route from Wichita to Washington (DCA) and was on final approach… pic.twitter.com/2NT3LGCAlq
El aeropuerto Reagan suspendió todos los despegues y aterrizajes de aeronaves en respuesta al incidente, según informó el operador del aeropuerto. El aeropuerto indicó que permanecería cerrado hasta las 11 am hora local.
“Es peligroso y difícil trabajar allí”, dijo Donnelly en una reunión informativa anterior. “No hay muchas luces, estás ahí afuera buscando en cada centímetro cuadrado del espacio para ver si puedes encontrar a alguien. Los buzos están haciendo lo mismo en el agua. El agua es oscura, está turbia y esas son condiciones muy difíciles para que ellos se sumerjan.
El último avión de pasajeros que se estrelló en Estados Unidos fue el vuelo 3407 de Colgan Air cerca de Buffalo, Nueva York, en 2009. El vuelo, que transportaba 45 pasajeros, era un enlace regional de Continental Airlines.
American Airlines dijo que está en contacto con los equipos de emergencia y que los está ayudando. También ha establecido una línea de información gratuita para los familiares de los pasajeros del vuelo. El avión volaba bajo la bandera de American Eagle, una red de seis aerolíneas regionales que operan para la aerolínea más grande, tres de las cuales son propiedad de American. PSA Airlines, que operaba el vuelo, es la más pequeña de las tres, ya que utiliza 130 aviones en un promedio de 600 vuelos diarios. Tiene su base en Dayton, Ohio.
La Junta Nacional de Seguridad del Transporte dirigirá la investigación, con la ayuda de la Administración Federal de Aviación. La NTSB dijo que ha enviado un equipo de respuesta rápida para trabajar en la investigación.
Duffy, que también habló en la sesión informativa, señaló que lleva en el cargo poco más de un día. Dijo que, si bien es demasiado pronto para decir qué causó el accidente, habrá “una revisión de lo que sucedió aquí esta noche y, después de que la FAA estudie lo sucedido, tomaremos las medidas adecuadas, si es necesario, para modificar las rutas de vuelo y los permisos”.
El aeropuerto Reagan está en Arlington, Virginia, al otro lado del río de la capital del país y al sur del Pentágono. La Casa Blanca está a solo unos kilómetros de distancia, lo que convierte a la zona en uno de los espacios aéreos más vigilados del planeta.
Trump dijo el miércoles por la noche que había sido “plenamente informado” sobre el incidente y que estaba monitoreando la situación. Hegseth dijo que la agencia estaba monitoreando activamente la situación y estaba “preparada para ayudar”.
“Proporcionaremos todos los recursos necesarios a medida que avanzamos en esta recuperación”, dijo Duffy.
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