Bloomberg — El primer ministro británico, Keir Starmer, y otros líderes europeos aprovecharon una cumbre de seguridad en Londres para demostrar su amplio apoyo a Ucrania. Entre bastidores, sin embargo, se afanaban por conseguir que Volodymyr Zelenskiy volviera a la mesa de negociaciones con el presidente estadounidense Donald Trump.
Desde Starmer hasta su homóloga italiana Giorgia Meloni y el presidente francés Emmanuel Macron, los líderes pasaron el fin de semana en un torbellino diplomático mientras intentaban arreglar el desastroso choque de la semana pasada en la Casa Blanca.
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También aceleraron los esfuerzos para mejorar sus propias capacidades de defensa tras el desencuentro y el acercamiento directo de Trump al presidente ruso Vladimir Putin para poner fin a la guerra en Ucrania.
Su esperanza es que la campaña, que cuajó el domingo en el interior de los dorados salones victorianos de Lancaster House, persuada a Trump de seguir comprometido con Europa y Ucrania antes de que sus conversaciones de paz con Putin avancen más.
Macron declaró al diario Le Figaro tras la reunión que algunas naciones deseaban una tregua de un mes en Ucrania para que puedan desarrollarse las negociaciones sobre el despliegue de fuerzas de mantenimiento de la paz. Un funcionario británico dijo que no ha habido ningún acuerdo sobre un calendario para un alto el fuego.
El Reino Unido y Francia estaban intentando construir lo que Starmer denominó una “coalición de voluntarios” para participar en las fuerzas de mantenimiento de la paz y ayudar a tranquilizar a Kiev sobre la durabilidad de cualquier paz. Los dos aliados de EE.UU. desde hace mucho tiempo pretenden llevar la agrupación “Europa plus”, que incluye a Estados no pertenecientes a la UE entre los que podría estar Canadá, a Trump en los próximos días para conseguir su aceptación, según funcionarios europeos familiarizados con el plan.
“De mis conversaciones de los últimos días, hemos acordado que el Reino Unido, Francia y otros trabajarán con Ucrania en un plan para detener los combates”, dijo Starmer a los periodistas tras la cumbre. “Después, discutiremos ese plan con Estados Unidos”.
El euro sube
El renovado interés por la defensa europea fortaleció las divisas de la región frente al dólar, ya que los inversores apuestan a que un mayor gasto podría impulsar el crecimiento. El euro subió un 0,4% frente al dólar, superando a la mayoría de sus principales pares, mientras que el zloty polaco, el leu rumano y las divisas escandinavas también subieron. Los valores de defensa también han subido en los últimos días, con empresas como la alemana Rheinmetall AG, la británica BAE Systems Plc y Rolls-Royce Plc registrando ganancias.
Mientras tanto, los bonos se vieron presionados, con los futuros de los bonos alemanes y franceses cayendo a primera hora del lunes en Asia. Los inversores desconfían de que el aumento del gasto en defensa pueda provocar una mayor emisión de deuda en toda Europa.
Zelenskiy describió la cumbre como un “comienzo fuerte” y dijo que ya ve la “posibilidad teórica” de un contingente extranjero. Aún así, dijo que era demasiado pronto para dar más detalles sobre los “primeros pasos” dados el domingo.
El plan se sustenta en la creencia de que algunos en la administración Trump no estaban dispuestos a abandonar las discusiones con Ucrania a pesar del desordenado desencuentro con Zelenskiy el viernes. El presidente estadounidense parecía tener menos puntos de vista de línea dura que algunos en su administración, según un funcionario europeo familiarizado con las conversaciones, que señaló que algunos ayudantes han estado insistiendo en que Zelenskiy dimita como parte de cualquier acuerdo.
Macron, Meloni y Starmer se encontraban entre los líderes europeos que hablaron tanto con Trump como con Zelenskiy durante el fin de semana, mientras intentaban que los dos hombres volvieran a la mesa. Creen que todavía hay un estrecho camino para reactivar el acuerdo sobre los minerales que los presidentes habían planeado firmar, lo que da al líder estadounidense un gran interés en disuadir una nueva agresión rusa contra Ucrania.
“El reto, por encima de todo lo demás, para los líderes europeos de hoy y para Keir Starmer es demostrar públicamente que Zelenskiy está dispuesto a la paz si Europa se implica”, dijo el ex embajador del Reino Unido ante la OTAN Adam Thomson a Sky News el domingo. Luego deben “hacer ese paquete lo suficientemente atractivo para que Donald Trump quiera reinvertir al menos como mediador, aunque no vaya a estar del lado ucraniano o europeo”, dijo Thomson.
Trump vs. Zelenskiy
Remendar los lazos entre Trump y Zelenskiy no será fácil. Mientras que los aliados europeos se han apresurado a expresar su apoyo al líder del país devastado por la guerra, Estados Unidos ha dejado claro que quiere una disculpa pública.
“Va a tener que haber una reconstrucción de cualquier tipo de interés en las negociaciones de buena fe antes de que el presidente Trump vaya a estar dispuesto a volver a involucrarse en nada de esto”, dijo la directora de inteligencia nacional de Trump, Tulsi Gabbard.
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La lucha por rehabilitar al presidente ucraniano es sólo una parte del desafío que Trump plantea a Europa. Los líderes del continente también se enfrentan a una presión renovada para construir una estructura de seguridad más convincente, tanto para proteger a Ucrania como para prepararse para una posible retirada estadounidense de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y otros compromisos de larga data en el continente.
La necesidad de rapidez era la razón por la que Macron estaba trabajando con Starmer y otras personas ajenas a la Unión Europea, impulsada por el consenso, para reunir a un grupo de países que dotaran de personal a una posible fuerza de mantenimiento de la paz en Ucrania. La propuesta era ofrecer una tregua de un mes mientras avanzan las negociaciones sobre el despliegue de tropas y las garantías de seguridad, dijo Macron en su entrevista con le Figaro. Las tropas vendrían después, dijo.
“Debemos aprender del pasado”, dijo en Londres el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa. “Necesitamos estas fuertes garantías de seguridad”.
El mero hecho de hablar de poner botas sobre el terreno en Ucrania provocó la reprobación de Moscú, donde el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, arremetió contra la idea de fuerzas europeas en Ucrania en una entrevista publicada en la página web de su ministerio.
El Consejo Europeo en sentido amplio se reunirá el jueves para debatir un paquete militar de 20.000 millones de euros (US$21.000 millones) para Ucrania y medidas para aumentar el gasto en defensa, incluida una posible flexibilización de las normas fiscales. En su entrevista con Le Figaro, Macron sugirió que algunos se disponían a ir más lejos, argumentando que las naciones europeas deberían gastar colectivamente 200.000 millones de euros más en defensa. También deberían fijar un objetivo de gastos equivalente al 3% o al 3,5% de la producción económica, dijo.
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Otro punto de debate será si debe nombrarse un enviado especial común que represente al bloque en las posibles conversaciones para poner fin al conflicto, una opción que apoyan muchos Estados miembros. Pero la reunión también dejará al descubierto las divisiones dentro del bloque de 27 miembros, con la oposición procedente principalmente de Hungría y Eslovaquia, que se han puesto del lado de Trump en su enfoque sobre Ucrania.
“Necesitamos rearmar Europa urgentemente”, declaró a la prensa en Londres la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, añadiendo que Europa necesita un “aumento” del gasto en defensa. Los europeos deben convertir a Ucrania “en un puercoespín de acero indigerible para los posibles invasores”, dijo.
Con la colaboración de Nancy Cook, Jorge Valero, Donato Paolo Mancini, Konrad Krasuski, Aliaksandr Kudrytski y Ruth Carson.
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