Bloomberg — La población de China se redujo por tercer año consecutivo en 2024, a pesar de que los nacimientos aumentaron ligeramente, lo que subraya un riesgo persistente a largo plazo para la economía.
El número total de habitantes de China se redujo en más de 1,39 millones, hasta los 1.408 millones, el año pasado, según los datos publicados el viernes por la Oficina Nacional de Estadística.
Nacieron alrededor de 9,54 millones de bebés, lo que supone 520.000 más que el año anterior. Este repunte podría deberse en parte a la creencia de que el Año del Dragón del zodiaco chino es afortunado para tener hijos. Aun así, fue la segunda cifra más baja de nacimientos desde la fundación de la República Popular China en 1949.
“Muchas parejas que retrasaron la maternidad durante los tres años de la pandemia del Covid-19 optaron por tener hijos en 2024: esa es la principal causa del repunte”, afirma He Yafu, demógrafo independiente. “Pero estimo que el número de recién nacidos descenderá en 2025″.
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Para gran parte del mundo, China había sido durante mucho tiempo el país más poblado, pero décadas de políticas restrictivas de planificación familiar, el aumento de los costes del cuidado de los niños y el cambio de las normas sociales han ralentizado drásticamente su tasa de natalidad. El número de recién nacidos no ha dejado de caer desde la década de 1960, salvo un breve repunte en 2016 cuando el gobierno relajó su política del hijo único.
El último descenso de la población amplía la brecha que separa a China de India, que la superó como nación más poblada en 2023. La nación del sur de Asia se acerca ahora a los 1.450 millones de habitantes, según las estimaciones de Naciones Unidas.
Bloomberg Intelligence pronosticó que la población china se reducirá a 1.360 millones en 2035, un nivel no visto desde 2012, aunque eso podría retrasarse si se pudiera persuadir a las parejas para que tuvieran más bebés. En octubre, las autoridades se comprometieron a apoyar mejor a las familias con varios hijos, entre otras cosas ayudándolas con la vivienda, la atención sanitaria y el empleo.
Los retos demográficos de China podrían acabar perjudicando a las perspectivas económicas de la nación, ya que la disminución de la mano de obra supone una carga para el crecimiento. Además, una población anciana en expansión ejercería más presión sobre el infrafinanciado sistema de pensiones.
El año pasado, China dijo que aumentaría gradualmente la edad de jubilación por primera vez desde 1978, a pesar del descontento público que causó la decisión.
Con la colaboración de James Mayger.
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