Bloomberg — La producción industrial alemana cayó en octubre, iniciando el último trimestre con un descenso inesperado y echando por tierra las esperanzas de que el sector clave para la mayor economía europea pudiera estar superando lentamente su malestar.
La producción descendió un 1% respecto al mes anterior, peor de lo previsto en una encuesta de Bloomberg, que anticipaba un aumento del 1%. El descenso se debió principalmente a la producción energética, y “la industria automovilística también tuvo un impacto negativo”, declaró este viernes la oficina de estadística.
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“Todavía no se vislumbra el final de la depresión industrial en Alemania”, dijo Carsten Brzeski, de ING. “Se trata de un comienzo muy débil del cuarto trimestre, lo que aumenta el riesgo de una recesión invernal en Alemania”.
Los datos de este viernes contrastan con las cifras de principios de esta semana que mostraban que los pedidos de fábrica cayeron menos de lo esperado en el mes - e incluso aumentaron ligeramente sin los pedidos a gran escala, que tienden a ser volátiles.
La recesión del sector manufacturero está lastrando la economía alemana, que se encamina a un segundo año consecutivo de contracción.
El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, ha advertido incluso de que el Producto Interno Bruto también podría contraerse en 2025 si el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, aplica los aranceles comerciales con los que ha amenazado a China y otros países.
Aunque el sector servicios se había mantenido bien hasta hace poco, compensando parte de la debilidad industrial, las últimas encuestas empresariales de S&P Global mostraron un deterioro también en este sector.
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Lo que dice Bloomberg Economics:
“Las sorprendentemente débiles cifras de producción de octubre subrayan la continua lucha de la industria alemana, con el temor a los elevados aranceles de EE.UU. añadido ahora a problemas ya existentes como la débil demanda de China y los elevados costos energéticos”: Martin Ademmer, economista.
La industria se encuentra bajo la presión de factores externos como la pérdida del suministro energético ruso tras la invasión de Ucrania y la débil demanda china. En casa, la escasez de trabajadores cualificados es un lastre.
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Debido a las malas perspectivas económicas, algunas empresas han anunciado miles de recortes de empleo, especialmente en el emblemático sector del automóvil, lo que hace temer una espiral descendente.
Es posible que el Banco Central Europeo preste cierto apoyo, ya que es probable que vuelva a reducir los costes de los préstamos la próxima semana y aún más en 2025.
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