El tamaño de la economía británica podría reducirse un 4% en los 15 años posteriores a la salida de la Unión Europea en comparación con un escenario sin Brexit o, dicho de otro modo, alrededor de 100.000 millones de libras al año (unos US$135.149 millones). El número fue estimado por la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria.
Al momento, las exportaciones de bienes se han visto especialmente afectadas: varios estudios estiman que ahora son entre un 6% y un 30% inferiores a lo que habrían sido si el país hubiera permanecido en el mercado único, aunque las exportaciones de servicios se han mostrado más resistentes, destaca un informe publicado por el holding financiero Mirabaud.
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Por otro lado, los nuevos acuerdos comerciales firmados con Australia, Nueva Zelanda y el Acuerdo Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTPP) solo compensarían en torno al 14% de las pérdidas comerciales asociadas a la salida de la Unión Europea, según las propias estimaciones del Gobierno británico.
Tal vez estos sean motivos por los cuales el 56% de los británicos cree que haber salido del mercado común europeo fue una mala idea, tal como muestra el sondeo de la consultora YouGov, llevado a cabo entre el 17 y el 18 de mayo de 2025.
Más gasto que ahorro
Si bien el Reino Unido ya no realiza aportes periódicos al presupuesto de la Unión —lo que representa un ahorro estimado de 9.000 millones de libras anuales—, todavía debe cumplir con los compromisos financieros derivados del acuerdo de retirada. Entre 2021 y 2023, estos pagos sumaron unos 14.900 millones, a los que se añaden aproximadamente 6.400 millones de libras distribuidos a lo largo de varios años.
En 2023, el país decidió volver a formar parte del programa europeo de investigación Horizon, cuyo financiamiento ronda los 2.000 millones de libras al año, y que históricamente ha brindado importantes beneficios a la comunidad científica británica.
Finalmente, la eliminación de la libre circulación también ha tenido efectos en la experiencia diaria de los viajeros británicos. Se prevé que los nuevos sistemas de control electrónico en las fronteras, programados para 2025, generen mayores demoras y dificulten los desplazamientos dentro del territorio de la Unión Europea.
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Reacción de los mercados
El mencionado informe de Mirabud resume algunos de los efectos financieros de la salida:
Índice bursátil
- Choque inicial (2016): Tras el resultado del referéndum, la renta variable británica cayó con fuerza. El FTSE 250 –centrado en empresas nacionales– perdió más de un 13% en dos días de cotización, mientras que el FTSE 100, más internacional, repuntó rápidamente, ayudado por el debilitamiento de la libra.
- Rendimiento inferior a largo plazo: En comparación con los principales índices, como el S&P 500 y el Euro Stoxx 50, la renta variable británica se ha rezagado significativamente desde 2016. La persistente incertidumbre relacionada con el Brexit y las débiles previsiones de crecimiento han restado atractivo a los activos británicos para los inversores mundiales.
- Rotación sectorial: Las multinacionales con fuertes exportaciones (por ejemplo, productos básicos de consumo, productos farmacéuticos) se beneficiaron de la debilidad de la libra, mientras que los bancos, los minoristas y el sector inmobiliario –expuestos a la economía nacional– sufrieron una mayor incertidumbre y fricciones normativas.
Divisa
- Fuerte depreciación: La libra cayó de alrededor de 1,50 a 1,30 dólares inmediatamente después de la votación, una caída del 13%, y alcanzó mínimos de alrededor de 1,20 dólares en los años siguientes.
- Aumento de la volatilidad: La libra esterlina se convirtió en una de las principales divisas más volátiles entre 2016 y 2020, impulsada por las negociaciones y la inestabilidad política.
- Debilidad estructural: La libra esterlina no ha vuelto a los niveles anteriores al referéndum, lo que refleja la desconfianza de los inversores, la retirada de las entradas de capital y unas perspectivas de crecimiento a largo plazo más débiles para el Reino Unido.
Mercado de bonos
- Reacción de refugio seguro (2016): En un principio, los rendimientos de los bonos británicos habían caído bruscamente tras la votación, ya que los inversores buscaron seguridad. El rendimiento a 10 años cayó del 1,4% al 0,6%, favorecido también por los recortes de tipos y las compras de activos del Banco de Inglaterra.
- Presión a largo plazo: Con el tiempo, la deuda pública se ha vuelto más volátil a medida que ha aumentado la incertidumbre fiscal y las presiones inflacionistas a raíz de la pandemia. La minicrisis presupuestaria de 2022 (gobierno Truss) provocó una subida masiva de los rendimientos, lo que llevó al Banco de Inglaterra a intervenir.
- Prima del Brexit: Los bonos británicos cotizan con un descuento persistente frente a los bunds alemanes y, a menudo, frente a los bonos del Tesoro estadounidense, lo que refleja la percepción de una mayor prima de riesgo debido a la fragmentación económica y la inestabilidad política inducidas por el Brexit.
Sentimiento de los inversores
- Reducción de la inversión extranjera: Los datos del Banco de Inglaterra muestran una caída de la inversión extranjera directa y de los flujos de cartera tras el referéndum, sobre todo en inmuebles comerciales y deuda pública británica.
- Depreciación de los activos británicos: La renta variable británica cotiza sistemáticamente con descuento respecto a sus homólogas mundiales, en parte debido a un sector tecnológico más reducido, pero también a la actual incertidumbre estructural y regulatoria tras el Brexit.
Impacto en migraciones
Desde la salida del Reino Unido de la Unión Europea, se ha registrado una caída en la llegada de migrantes procedentes del continente europeo. Sin embargo, esta reducción ha sido ampliamente compensada por un incremento notable en la inmigración desde países no pertenecientes a la UE, que superó las 900.000 personas durante los años 2022 y 2023.
El nuevo sistema de visados implementado tras el Brexit ha contribuido a este cambio en el perfil migratorio, priorizando la entrada de profesionales del ámbito sanitario y de estudiantes extranjeros.
En el ámbito legislativo, el Reino Unido eliminó casi 600 normativas europeas hasta fines de 2023, aunque mantiene la potestad de modificar muchas otras que aún siguen vigentes. Esta autonomía normativa permitió introducir políticas como el cobro del IVA en los colegios privados y la eliminación total de impuestos sobre productos menstruales.
