Bloomberg — Las autoridades turcas detuvieron a Ekrem Imamoglu, el rival más destacado del presidente Recep Tayyip Erdogan, en una creciente represión contra la oposición que desencadenó una ola de ventas en los mercados turcos.
La lira se hundió hasta un mínimo histórico antes de recuperar parte de sus pérdidas: ahora cotiza con una caída del 6%, a 40 por dólar. El principal índice bursátil turco se desplomó un 6,9% en las primeras operaciones en Estambul, mientras que el rendimiento de los bonos del Estado en liras a 10 años se disparó casi 200 puntos básicos, hasta el 30,11%.
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La detención se produce un día después de que las autoridades turcas revocaran el título universitario de Imamoglu, una medida que podría impedirle desafiar a Erdogan en las próximas elecciones presidenciales. Un título de educación superior es un requisito obligatorio para presentarse a la presidencia.
El alcalde de Estambul, de 54 años, uno de los políticos más populares de Turquía, está considerado como uno de los principales aspirantes a la presidencia. Venció al candidato elegido a dedo por Erdogan en las elecciones a la alcaldía de Estambul del año pasado y estaba previsto que el domingo fuera nombrado candidato presidencial por el Partido Republicano del Pueblo, el principal grupo de la oposición conocido como CHP.
Imamoglu fue detenido a primera hora de la mañana del miércoles en su domicilio. Se encuentra entre las más de 100 personas detenidas en una investigación por presunto fraude, soborno y dirección de una organización criminal, según un comunicado de la fiscalía de Estambul. Entre los detenidos figuran dos alcaldes de distrito de Estambul, ambos del partido de Imamoglu.
En un mensaje de voz compartido por su equipo, Imamoglu denunció su detención, acusando a las autoridades de instrumentalizar a la policía. Su partido ha calificado los cargos de infundados y políticamente motivados.
La oficina del gobernador de Estambul ha impuesto una prohibición de cuatro días a las manifestaciones y protestas, al tiempo que ha cerrado varias calles alrededor de la comisaría a la que probablemente sea conducido Imamoglu. Las restricciones arrojan dudas sobre si el mitin de la oposición previsto para el sábado, en el que se esperaba que Imamoglu consolidara su candidatura a la presidencia, podrá celebrarse.
Algunas plataformas de medios sociales y aplicaciones de mensajería, como X, WhatsApp y TikTok, fueron restringidas brevemente en Turquía, según NTV.
El creciente control de Erdogan
La detención de Imamoglu se produce tras años de batallas legales en su contra. Ya se enfrenta a múltiples demandas, la más grave de las cuales podría acarrearle una pena de prisión de más de siete años y la prohibición de ocupar cargos públicos. Su victoria en 2019 en Estambul, una ciudad de más de 15 millones de habitantes que Erdogan gobernó en su día, supuso un duro golpe para el Partido AK, en el poder.
Las próximas elecciones presidenciales están fijadas oficialmente para 2028, pero Erdogan necesita una votación anticipada si quiere presentarse de nuevo a la presidencia, según la constitución turca.
Las medidas forman parte de una campaña de presión más amplia contra figuras de la oposición, activistas y voces críticas. La detención de Imamoglu sigue al arresto en enero de Umit Ozdag, líder de un pequeño partido nacionalista y crítico declarado de Erdogan. Las investigaciones también han atrapado a políticos nacionales, periodistas e incluso a un agente famoso a principios de este año. El ex líder kurdo Selahattin Demirtas lleva años encarcelado.
La detención de Imamoglu, junto con el arresto de docenas de otras personas y las nuevas prohibiciones de protestar, señala una crisis política cada vez más profunda en el país. Se produce cuando Erdogan no ha dejado de consolidar su poder sobre el poder judicial, los medios de comunicación y las fuerzas de seguridad.
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La reelección de Imamoglu como alcalde el año pasado, con una elevada inflación como telón de fondo, formó parte de un giro nacional desde Erdogan y el Partido AK hacia el CHP, que ahora ostenta el poder en la mayoría de las ciudades más grandes de Turquía.
El alcalde ya estaba esperando la decisión de un tribunal de apelación tras haber sido condenado a dos años de prisión por insultar a funcionarios públicos en 2019.
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