Bloomberg — Ucrania, dependiente de las comunicaciones por satélite de Starlink de Elon Musk en una guerra que ha diezmado la infraestructura de telecomunicaciones del país, está descubriendo que no hay una salida fácil.
A medida que se deterioran las relaciones con la administración del presidente Donald Trump, el país ha acelerado los procesos para encontrar otras opciones en caso de que Musk tire del enchufe. Ucrania está considerando pasarse a proveedores de satélites europeos y establecer una malla de antenas, módems y cables en tierra, según han declarado funcionarios y militares a Bloomberg.
Pero las alternativas tienen inconvenientes, y el país no puede permitirse un retraso si pierde el acceso, dijeron.
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La compañía francesa de satélites Eutelsat Communications SA, que opera el segundo mayor servicio de satélites de órbita terrestre baja después de Starlink, se ha postulado como la alternativa más viable. Los inversores se mostraron de acuerdo, multiplicando casi por seis el precio de las acciones de la empresa en la semana posterior a la discusión pública entre Trump y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, en la Casa Blanca.
Aún así, la CEO Eva Berneke declaró el jueves en una entrevista con Bloomberg TV que su empresa necesita “un par de meses” y ayuda financiera para proporcionar 40.000 terminales a Ucrania para sustituir a Starlink en el país.
Aunque Musk no ha dicho que vaya a retirar el acceso a Starlink, Ucrania no ha dejado de perder terreno frente a las fuerzas rusas y no puede permitirse el lujo de desplegar lentamente un servicio alternativo. Estados Unidos también ha interrumpido la asistencia militar y ha restringido el intercambio de inteligencia con Kiev mientras la administración Trump intenta presionar a los líderes ucranianos para que se sienten a la mesa de negociaciones.
El Ministerio de Transformación Digital de Ucrania, que supervisó los esfuerzos para integrar Starlink en el país, declinó hacer comentarios sobre el servicio. Un representante de SpaceX de Musk no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Eutelsat también es unas 10 veces más pequeña que su rival, y los más de 600 satélites LEO de la compañía francesa también se sitúan a mayor altitud que los 7.000 de Starlink.
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“La constelación tendrá una capacidad inferior, lo que limitará las acciones que Ucrania pueda emprender”, afirmó Joe Gardiner, analista de CCS Insight, quien advirtió de que desbancar a Starlink no será tan sencillo como intercambiar terminales. Otros problemas van desde que los terminales OneWeb de Eutelsat son menos móviles que los de Starlink, hasta la menor calidad de los equipos y la falta de interoperabilidad con Starlink, añadió.
El ejército utiliza Starlink para operar drones, realizar reconocimientos aéreos, guiar la artillería y mantener conexiones entre unidades. El servicio también se utiliza en hospitales y escuelas cerca del frente, donde la infraestructura de comunicaciones ha quedado en gran medida incapacitada.
Las tropas de la región rusa de Kursk, donde Ucrania ha tomado tierras, operan sin acceso a Starlink y los militares quieren aprender de esa experiencia, según declaró Mustafa Nayyem, ex viceministro de Infraestructuras ucraniano. “Por supuesto que sería una gran pérdida para nosotros”, dijo sobre un posible corte.
Perder Starlink sería “muy doloroso, pero no catastrófico”, afirmó el bloguero sobre tecnología militar y radiofónica Serhiy Beskrestnov. Existen varios canales de comunicación alternativos, pero son más caros y lentos, dijo.
Las comunicaciones son mucho más engorrosas sin Starlink, según Ivan, un soldado de artillería desplegado cerca del frente por Pokrovsk, que sólo puede ser identificado por su nombre de pila debido a la política militar. Sin el, los soldados tienen que utilizar walkie-talkies improvisados con antenas mejoradas para evitar la vigilancia de los rusos, dijo.
“Sin Starlink las cosas van mal”, dijo Ivan.
Incluso antes del golpe Trump-Zelenskiy, Ucrania había estado explorando alternativas. Existe un consenso cada vez mayor en Europa de que el continente necesita desprenderse de una dependencia de EE.UU. durante décadas en materia de seguridad. La UE y sus Estados miembros se están apresurando a movilizar billones de euros en fondos de defensa adicionales para desarrollar capacidades soberanas y compensar la drástica retirada de Trump de los compromisos estadounidenses.
Los esfuerzos de la UE
La Comisión Europea está manteniendo conversaciones con los Estados miembros y la industria, y “entendemos que la dependencia no es la mejor manera de tener nuestra propia seguridad”, dijo el portavoz de la Comisión, Thomas Regnier.
Alemania y Gran Bretaña están encabezando los esfuerzos entre los aliados europeos para compensar la congelación del apoyo militar estadounidense, que podría incluir la comunicación por satélite para sustituir los servicios prestados hasta ahora por Starlink, según declaró el jueves a la prensa en Berlín el ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius.
“Podríamos proporcionar más ayuda suministrando desde munición de artillería hasta comunicación de mando y control Starlink”, dijo Pistorius en una conferencia de prensa conjunta con su homólogo ucraniano en Berlín.
El gobierno italiano tiene cada vez más dudas sobre la posibilidad de cerrar un acuerdo con Starlink para proporcionar servicios de comunicaciones seguras por satélite, dado el cambiante panorama geopolítico, y también está hablando con Eutelsat, según informó Bloomberg esta semana.
El ejército ucraniano ha confiado en los sistemas Starlink de SpaceX desde los primeros meses de la guerra. Las terminales fueron donadas inicialmente por Musk, aunque ahora están financiadas en gran parte por Europa. El mes pasado, Musk desmintió las informaciones según las cuales Estados Unidos había amenazado con cerrar Starlink.
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Musk redujo el acceso a Starlink en 2022 para evitar que Ucrania lo utilizara para un ataque contra la Flota rusa del Mar Negro, temiendo que pudiera desencadenar una escalada del conflicto. Ese año, también amenazó con cortar la financiación de Starlink después de que funcionarios ucranianos le criticaran por sugerir al gobierno que cediera territorio a cambio de un acuerdo de paz con Rusia.
Con la colaboración de Daryna Krasnolutska, Olesia Safronova, Michael Nienaber, Andrea Palasciano y Gian Volpicelli.
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