Bloomberg — El primer espectáculo del intermedio del Super Bowl, celebrado en 1967, fue protagonizado por el trompetista de jazz Al Hirt y dos bandas de música estudiantiles. Este año será Kendrick Lamar, el rapero más popular del planeta.
Su evolución pone de manifiesto en qué medida el deporte estadounidense se ha transformado en un espectáculo, con el partido por el título de la NFL (por sus siglas en inglés, Liga nacional de fútbol americano) en el centro de todo. No obstante, a pesar de toda esa fastuosidad y circunstancia, el espectáculo del medio tiempo a menudo ha sido un éxito o un fracaso.
Hacia finales de la década de 2010, la NFL se percató de que necesitaba dar un giro al espectáculo.
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Superestrellas como Pink y Cardi B declinaban la oportunidad de actuar porque la liga, aunque todavía popular, resultaba cada vez menos atractiva para el público menor de 30 años. Esto se produjo después de que Colin Kaepernick desencadenara las protestas de los jugadores en torno a cuestiones de justicia social, y la respuesta de la NFL fue percibida por muchos como débil.
Eso llevó a la NFL a firmar un acuerdo con Roc Nation, una compañía de entretenimiento fundada por Shawn ”Jay-Z” Carter, con el objetivo de revitalizar el espectáculo del medio tiempo de la competición deportiva más vista de EE.UU.
El primer espectáculo de la compañía de Jay-Z iluminó las redes sociales en 2020, cuando Shakira, Jennifer López y Bad Bunny ofrecieron un espectáculo de inspiración latina en Miami. El espectáculo del año previo, liderado por Maroon 5, había recibido críticas y caído rápidamente en el olvido.
Desde entonces, figuras como The Weeknd, Eminem, Rihanna y Usher han ayudado a que el programa vuelva a ser un momento de conversación informal y a atraer a los espectadores más jóvenes que codicia la NFL.
El Super Bowl de este año, que se celebrará el domingo en Nueva Orleans, puede superarlos a todos.
Lamar acaba de dominar los Grammy y ha generado controversia, incluida su pelea con el rapero Drake y su comentario en una canción de 2017 de que el presidente Donald Trump, que se espera que esté presente, era un “tonto”.
Pero aún queda por ver cuánto durará esta relación. Ambas partes han sido vagas sobre qué tipo de acuerdo existe.
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En octubre, el comisionado de la NFL, Roger Goodell, dijo que los socios seguirían trabajando juntos sin dar detalles. Informes anteriores decían que Roc Nation había firmado un acuerdo de cinco años por valor de US$25 millones que se habría extendido hasta el año pasado.
La NFL y Roc Nation se negaron a hacer comentarios sobre su acuerdo actual.
La liga no está pasando por dificultades en absoluto.
Las valoraciones de sus franquicias siguen subiendo. Sus índices de audiencia televisiva se han mantenido estables, mientras que otras ligas profesionales, como la NBA, han sufrido un duro golpe a medida que los consumidores pasan del cable tradicional al streaming. Pero la NFL necesita seguir aumentando su base de seguidores, y mantener su lugar en la cultura pop sin duda ayuda.
Jay-Z ha demostrado que puede ofrecer actuaciones de primera y un espectáculo galardonado con cinco premios Primetime Emmy hasta el momento. Eso ha ayudado a generar expectación entre los fanáticos de la música por saber quién actuará a continuación y ha llevado a especular sobre la posibilidad de que Taylor Swift y Miley Cyrus estén en el grupo.
Swift ya ha impulsado los índices de audiencia de la NFL con su legión de fanáticos que sintonizan sus programas cuando asiste a los partidos para ver jugar a su novio, la estrella de los Kansas City Chiefs, Travis Kelce.
“Roger Goodell ha depositado su confianza en nosotros y la protegemos cuidadosamente, así que cualquier cosa que presentamos nos aseguramos de que sea lo correcto y de la persona correcta”, dijo la directora ejecutiva de Roc Nation, Desiree Pérez, quien se limitó a decir que la compañía está entusiasmada con la posibilidad de que Swift o Cyrus actúen.
Trump podría tener un papel en el futuro de la NFL. Tiene antecedentes de meterse en el mundo del deporte.
Durante su primer mandato, criticó a los jugadores por arrodillarse durante el Himno Nacional como forma de protestar contra la brutalidad policial y pidió a los aficionados que boicotearan la liga y a los propietarios que despidieran a los jugadores que participaran.
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La popularidad de la liga se vio afectada, con críticas provenientes de ambos bandos. Algunos dijeron que no apoyaban lo suficiente a los jugadores de la liga, que son mayoritariamente negros, mientras que otros se quejaron de que deberían haber tomado medidas enérgicas contra sus acciones.
En 2017, una medida de la popularidad de la NFL se desplomó, según datos de una encuesta de Morning Consult Intelligence. La liga no se recuperó por completo de esa caída hasta esta temporada.
Cuando la marca NFL sufrió un duro golpe, la liga se dio cuenta de que necesitaba cambiar de rumbo. Goodell se reunió con Jay-Z y las conversaciones se aceleraron después del fracaso del espectáculo de medio tiempo de Maroon 5 en febrero de 2019. En agosto de ese año, se anunció la asociación.
Durante una conferencia de prensa ese año, Jay-Z dijo que “no le gustaba el proceso” que usaba la NFL para elegir a los artistas que participarían en el Super Bowl. Según él, la liga entrevistaba a varios artistas y hacía una selección. Eso significaba que “después de tres años, nueve personas estaban enfadadas y tres personas habían actuado. No hay tantas superestrellas en el mundo. Te vas a quedar sin gente que quiera jugar”.
La primera actuación liderada por Roc Nation aumentó los índices de audiencia del espectáculo de medio tiempo en comparación con el año anterior. La relación resultó beneficiosa para la NFL cuando el asesinato de George Floyd a manos de la policía desencadenó el movimiento Black Lives Matter.
Después de su muerte, los jugadores de la NFL pidieron a la liga que condenara el racismo, admitiera que se había equivocado al silenciar a los jugadores por protestar pacíficamente y dijera que las vidas de los negros importan. En los canales sociales de la NFL, Goodell hizo lo que le pidieron sus jugadores . En 2020, la liga dijo que otorgaría US$$250 millones en subvenciones para combatir el racismo sistémico y las organizaciones de justicia social.
“Realmente nos apoyamos mucho en ellos sobre cómo podríamos generar un impacto”, dijo Dasha Smith, vicepresidenta ejecutiva y directora administrativa de la NFL.
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En los primeros años del espectáculo de medio tiempo, la liga contrató a músicos, estrellas de Broadway y bandas de música universitarias para colaborar en la actuación. La era de las superestrellas realmente comenzó en 1993 con Michael Jackson. En los años siguientes, U2 (2002), Prince (2007), Beyoncé (2013) y Lady Gaga (2017) subieron al escenario.
Pero también ha habido fiascos. Las actuaciones de Black Eyed Peas y Maroon 5 fueron criticadas duramente. En 2004, el vestuario defectuoso de Janet Jackson dio lugar a una racha de actuaciones más seguras y de mayor edad, como Paul McCartney, The Rolling Stones y Tom Petty.
Se podría decir que ningún espectáculo de medio tiempo en la era liderada por Roc Nation ha tenido tanta expectativa como este año. Esto se debe en gran parte a que Lamar acaba de protagonizar la que podría considerarse la batalla de rap más grande en la historia reciente del hip-hop con el nativo de Toronto Aubrey “Drake” Graham.
Los fanáticos de la música estarán esperando para ver si Lamar interpreta su tema más importante, Not Like Us, una canción en la que critica a Drake y sus afiliados. Pérez, de Roc Nation, dijo que no le preocupa que el rapero la interprete el domingo.
“La gente tiene la necesidad de sintonizar “, dijo Samantha Sheppard, directora del departamento de artes escénicas y mediáticas de la Universidad de Cornell. “Kendrick tiene la seriedad suficiente para este momento y, en ese sentido, vemos que la astucia de Jay-Z hace que esta elección sea de actualidad”.
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