Bloomberg — El CEO de Walt Disney Co. Ltd. (DIS), Bob Iger, estaba charlando en el restaurante Farmshop de Santa Mónica, California, hace un par de semanas, cuando la conversación se volvió tensa.
Su compañero de desayuno sugirió que Josh D’Amaro, jefe de la división de parques temáticos de Disney, “hará un gran trabajo cuando sea nombrado CEO”. Iger se erizó, según una persona que presenció el intercambio. Levantó la voz, diciendo que la junta no había tomado una decisión y que no tenía “ni idea” de dónde venía esa idea.
La conversación refleja un consenso cada vez mayor entre muchos ejecutivos, exejecutivos y líderes del sector de Disney de que D’Amaro sucederá a Iger cuando la empresa nombre a un nuevo CEO, como está previsto, a principios del próximo año. La junta está centrada en cuatro candidatos internos, entre ellos D’Amaro, los codirectores de entretenimiento Dana Walden y Alan Bergman, y Jimmy Pitaro, que dirige ESPN. El contrato de Iger finaliza en diciembre de 2026.
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Disney ha informado del número de reuniones del comité de sucesión, sin proporcionar otros detalles. El proceso está siendo dirigido por el presidente James Gorman, que supervisó una exitosa transición de liderazgo en Morgan Stanley antes de unirse al consejo de Disney en febrero de 2024. Un portavoz de Disney declinó hacer comentarios.
La división que D’Amaro dirige desde 2020 es la más rentable de Disney. El negocio de “Experiencias”, que incluye parques temáticos, cruceros y productos de consumo, ha aumentado sus ventas todos los años desde la pandemia.
Hasta los nueve meses del ejercicio fiscal 2025, los beneficios de la división ascendieron a US$8.120 millones, un tercio más que las operaciones combinadas de televisión, cine, streaming y deportes de Disney. Los últimos años han sido una lucha para esos negocios, que siguen intentando encontrar su equilibrio en una época en la que muchos consumidores ya no ven la televisión convencional ni van tanto al cine.
Disney ha destinado hasta US$60.000 millones a ampliar la división de complejos turísticos durante la próxima década con más atracciones, más cruceros y un parque temático de la compañía con licencia en Medio Oriente, el primero en la región. D’Amaro también supervisa la inversión de US$1.500 millones de Disney en Epic Games, creadora de la franquicia de juegos.
Uno de los objetivos del comité de sucesión es evitar los errores del pasado. A lo largo de los años, Disney retrasó en serie la jubilación de Iger, perdiendo en el proceso a varios posibles candidatos internos. A instancias suyas, la empresa nombró CEO al entonces jefe de parques, Bob Chapek, en 2020, solo para despedirle y traer de vuelta a Iger en 2022.
Esta vez, la sucesión se ve dentro y fuera de Disney como una carrera de dos caballos, liderada por D’Amaro, de 54 años, que nació 20 años después que Iger. Compite con él el copresidente de entretenimiento Walden, que dirige principalmente el negocio de televisión de Disney. Bergman y Pitaro son vistos como apuestas arriesgadas, según ejecutivos de Disney que pidieron no ser identificados al hablar de alguien que pronto podría ser su jefe.
En los últimos meses, D’Amaro se ha mostrado como un CEO en espera, a través de interacciones con inversores, empleados y la industria del entretenimiento en general.
En julio, apareció junto a Iger y Mickey Mouse cuando la Bolsa de Nueva York celebraba el 70 aniversario de Disneyland. Ese mes, D’Amaro asistió a los estrenos de cine en Los Ángeles en dos noches consecutivas.
En mayo, el jefe de parques participó en una sesión de preguntas y respuestas en una conferencia de inversores de MoffettNathanson antes de aparecer en la presentación de su rival Netflix Inc. para anunciantes y ponerse al día con sus altos ejecutivos. En marzo, en el festival South by Southwest, apareció en un panel sobre el futuro de la narración de historias junto al jefe de cine Bergman.
Walden y Bergman se han distinguido por llevar el servicio de streaming Disney+ a la rentabilidad tras años de pérdidas. Walden también ha tratado de hacer incursiones en Wall Street, como su participación en un panel en una conferencia de medios y tecnología de Morgan Stanley en marzo y su entrevista en el programa de la CNBC en mayo.
Bajo su mandato, Disney ha producido éxitos televisivos como de The Bear y Only Murders in the Building.
Más recientemente, Walden desempeñó un papel destacado en la suspensión del programa nocturno de entrevistas de Jimmy Kimmel por unos comentarios que hizo sobre el asesino del activista Charlie Kirk, y en las deliberaciones internas que condujeron al regreso del programa días después.
Pitaro participó en una conferencia del Bank of America en septiembre, poco después de lanzar una nueva versión en streaming de ESPN.
Entre los ejecutivos de Disney que discuten la sucesión, un tema común ha sido la comprensión de D’Amaro de la cultura de Disney, según personas con conocimiento del asunto. Ha trabajado en Disney durante casi tres décadas, mientras que Walden se unió a la compañía en 2019 tras la adquisición por parte de Disney del negocio de entretenimiento de Fox por US$71.300 millones.
Aunque D’Amaro nunca ha supervisado las unidades de cine o televisión de Disney, interactúa casi a diario con las personas que dirigen esos negocios y es muy querido por ellos, dijeron varias de las personas.
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En marzo, en un retiro en Florida para los 300 directivos más importantes de Disney, los cuatro líderes de las divisiones tuvieron el mismo tiempo para presentar sus negocios y decir cómo darán forma al futuro de la compañía, dijeron las personas. La presentación de D’Amaro, sobre el potencial de la unidad de Experiencias para dar vida a la marca y a las propiedades de entretenimiento de Disney, fue especialmente inspiradora, dijeron las personas.
En una partida de pickleball en el retiro, D’Amaro perdió un partido de dobles contra dos ejecutivos del estudio cinematográfico, dijeron las personas. Los presentes bromearon sobre su sorpresa, ya que daban por hecho que ganaría cualquier cosa en la que compitiera.
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