Bloomberg Línea — El mercado de computación cuántica, que en 2024 valía aproximadamente US$300 millones, podría alcanzar en 2030 un valor de US$4.000 millones, según proyecta un informe publicado por el banco de inversión estadounidense Bank Of America (BofA).
El documento reseña que, a fines de 2024, los ingresos de las empresas públicas puramente dedicadas a computación cuántica eran menores a US$100 millones.
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Impedimentos tecnológicos
“Si bien la promesa de la computación cuántica es real, existen impedimentos tecnológicos para escalar que todavía se están trabajando”, sostiene el estudio. Y agrega: “Una vez que se superen esos obstáculos (posiblemente hacia 2030), esperamos un punto de inflexión mucho más relevante en los ingresos”.
¿Qué es la computación cuántica?
La computación cuántica se diferencia de la computación clásica porque usa qubits, que pueden representar 0 y 1 al mismo tiempo (superposición), lo que permite una capacidad de cómputo exponencial respecto del tradicional método binario.
Hoy en día existen seis modalidades principales que las empresas de computación cuántica utilizan para escalar hacia una computación universal, a gran escala y tolerante a fallos. Cada uno con ventajas y desventajas propias, según detalla el informe de BofA. Los mecanismos actuales son:
- Superconductores
- Iones atrapados
- Fotónica
- Átomos neutros
- Topológica
- Espín
El panorama de las empresas públicas de computación cuántica combina actores especializados y grandes tecnológicas. Por un lado, hay compañías dedicadas de manera exclusiva a esta área, enfocadas en el desarrollo de hardware, en brindar acceso en la nube o en aplicar la tecnología cuántica para impulsar innovaciones. Dentro de este grupo se encuentran cuatro firmas puras que cotizan en el mercado: D-Wave, Rigetti, IonQ y Quantum Computing Inc.
Por otro lado, participan gigantes tecnológicos como IBM, Google, Microsoft, Nvidia , Amazon e Intel, que incorporan la computación cuántica en sus estrategias de investigación y desarrollo.
El informe de Bank Of America refiere que el grado de madurez tecnológica y las tasas de adopción varían ampliamente, pero aclara que el acceso vía nube y la experimentación empresarial están en crecimiento.
Por último, concluye: “Una vez que se logren avances clave en escalabilidad, la computación cuántica podría convertirse en una plataforma transformadora con un impacto comercial de gran alcance".
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Un repaso histórico
Según Bank of America (BofA), la idea de la computación cuántica nació al advertir que las computadoras clásicas no podían simular sistemas cuánticos de manera eficiente. En los años 80, el físico Richard Feynman y el matemático Yuri Manin plantearon que una máquina basada en mecánica cuántica sí podría hacerlo, lo que abrió la puerta a las primeras exploraciones sobre compuertas lógicas cuánticas y complejidad computacional.
Ya en la década de 1990, se dieron avances clave. Peter Shor desarrolló un algoritmo capaz de factorizar números grandes de forma exponencialmente más rápida que cualquier método clásico, con un fuerte impacto en la criptografía y, en particular, en el sistema RSA. Al mismo tiempo, Lov Grover presentó un algoritmo que permitía buscar en bases de datos no ordenadas con una ventaja significativa frente a los enfoques tradicionales. Esto mostró el potencial de la computación cuántica en áreas como búsqueda de información, optimización y aprendizaje automático.
BofA recuerda que, pese a estos avances teóricos, construir hardware cuántico real fue un reto durante décadas. Recién en la década de 2010 aparecieron los primeros procesadores, con apenas unos pocos qubits en funcionamiento. Desde entonces, la competencia global por escalar esta tecnología —superando problemas como la decoherencia, la precisión en el control y la corrección de errores— ha impulsado fuertes inversiones desde el mundo académico, la industria y los gobiernos.