Bloomberg — El nuevo CEO del Grupo Rio Tinto (RIO) ha combinado algunos de sus mayores negocios en su intento de simplificar la minera número 2 del mundo.
Simon Trott, que anteriormente dirigía el gigantesco negocio de mineral de hierro de la empresa, fue nombrado CEO a principios de año y asumió oficialmente el timón este mes. A Trott se le ha encomendado la tarea de recortar costes y centrarse en los mejores activos de Rio en un momento en el que tiene en marcha importantes proyectos de crecimiento.
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Rio dijo el miércoles que la empresa se reorganizará en tres divisiones: mineral de hierro, aluminio y litio, y cobre. Así, su nueva mina de Simandou en Guinea se combinará con su negocio australiano de mineral de hierro, y la unidad ampliada será dirigida por Matthew Holcz.
El nuevo CEO también está uniendo el litio y el aluminio, al tiempo que ordena una revisión de la unidad de minerales de la empresa, que incluye los boratos y el titanio.
La industria minera está luchando por la relevancia, con las valoraciones estancadas y las empresas buscando una nueva narrativa después de que el superciclo de las materias primas de China llegara a su fin y la administración de Donald Trump moderara el entusiasmo por la transición energética. Eso ha dejado a las mineras buscando operar más eficientemente y potencialmente fusionarse con sus rivales.
Jérôme Pécresse, hasta ahora CEO de la unidad de aluminio, y el director comercial, Bold Baatar, ambos considerados candidatos potenciales para el puesto más alto, recibieron funciones adicionales. Pecresse dirigirá ahora también el litio, y Baatar se hará cargo de la unidad de minerales.
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Aunque la mayor parte del equipo directivo actual permanece en su puesto, Sinead Kaufman, que dirige el negocio de minerales, abandonará la empresa a finales de este año. La empresa también pondrá fin al cargo de directora general de Australia, que actualmente ocupa Kellie Parker.
Trott sustituyó a Jakob Stausholm, que fue destituido por el consejo de Rio a principios de año. La empresa consideró que si bien el ejecutivo danés dio la vuelta a partes de una empresa que estaba en crisis cuando llegó, ahora se necesitan ideas frescas, dijeron entonces personas familiarizadas con el asunto.
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