Bloomberg Línea — Ya el mexicano Carlos Fernández-González se codeaba en el mercado bursátil español como accionista de las grandes compañías como Banco Santander, Colonial y AmRest, cuando decidió que era el momento de dar el paso para bailar a la par con las grandes gestoras ibéricas.
Fue así como a finales de 2020 registró formalmente su agencia de valores Finaccess Value en el mercado español, y convertirse en un referente del asesoramiento independiente.
La firma hace parte de su holding inversor, Finaccess Advisors LLC, con sede en Estados Unidos, que ya estaba presente en España desde 2014 con otra compañía, Finaccess Estrategia, dedicada a su banca de inversión y corporativa.
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Con la compañía a cargo de ofrecer planeación financiera y gestión de riesgos, Fernández, uno de los hombres más ricos de México, tenía claro un objetivo: competir en el mercado español, donde en los últimos años habían proliferado las fortunas latinoamericanas.
Como él, muchos otros tantos empresarios latinoamericanos continuaron el ritmo.
Reglas claras, negocio seguro
Atraídos por convenios que impiden pagar impuestos en España y sus países de origen y facilidades para acceder más cómodamente a mercados de Asia y África, cientos de empresas latinoamericanas se han constituido en España durante la última década, lo que posiciona al país ibérico como el primer destino en Europa y el segundo a nivel mundial, sólo por debajo de Estados Unidos.
ICEX España Exportación e Inversiones, una entidad pública empresarial española, registra un número de 600 empresas latinoamericanas, procedentes de al menos 20 países de América Latina.
En 2023, estas inversiones tuvieron un crecimiento de 138%, y alcanzaron los 2.835 millones de euros ese año, para un acumulado de crecimiento de 20.000 millones de euros durante la última década.
Jaume Gaytán, responsable de Empresa en la Secretaría General Iberoamericana, dijo en entrevista con Bloomberg Línea que “esa tendencia, con alta probabilidad de sostenerse durante 2025 y con un pronóstico de crecimiento hacia los próximos dos años, se consolida con inversiones dirigidas en sectores como los servicios financieros, la industria cementera, construcción, agroindustria, biocombustibles, telecomunicaciones, siderurgia, petroquímica, distribución, bebidas y cosmética".
“Seguridad jurídica, estabilidad institucional, garantías en suministro de energía, infraestructura de comunicación, disponibilidad de capital humano cualificado son los principales factores que hacen que las empresas latinoamericanas confíen al invertir en España”, agregó Gaytán. “Además, los acuerdos comerciales de la UE en vigor o en fase final de negociación con gran parte de estos países abre las puertas a que, desde España, tengan acceso al mercado europeo”.
Para el estudio de la Inversión Extranjera Directa (IED) y la internacionalización del tejido empresarial latinoamericano, ICEX Invest in Spain junto a la Secretaría General Iberoamericana, determinaron que la inversión latinoamericana por proyectos greenfield -donde un inversionista no residente en el país construye desde cero las instalaciones para la puesta en operación de un proyecto-, registró una media de inversión de 15,8 millones de euros en 2023, con un ascenso a 67 del número de empleo medio creado por compañía en España.
México, a la vanguardia
De las inversiones latinoamericanas en España durante 2023, un 58% procedía de México, lo que se tradujo en 1.645 millones de euros. Pero siempre, puede haber sorpresas.
Aunque México se ha encargado de liderar las inversiones latinoamericanas durante los últimos cinco años, hay otros países de la región desde donde se han originado impulsos exitosos e inesperados, en montos o en transacciones puntuales.
En julio de 2024, fue el caso de Honduras, cuando el empresario Guillermo Bueso, presidente del Grupo Financiero Atlántida, logró un acuerdo definitivo para la adquisición del 45% de participación en el banco español EBN Capital.
“Ningún empresario quiere ser el último de la fiesta”, dijo Nuria Vilanova, presidenta del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI), asociación que agrupa a presidentes de las mayores empresas iberoamericanas, al explicar algunos de los fenómenos detrás de estas grandes apuestas latinoamericanas en España.
La teoría espejo
La teoría espejo es una de las primeras que rescata Vilanova, en conversación con Bloomberg Línea. Explica que a medida que más empresarios colombianos, mexicanos, chilenos y argentinos afianzan sus compañías en España, aumenta la confianza en el mercado para sus pares, y esto se traduce en un efecto multiplicador.
“La primera inversión de la empresa de un país es muy difícil”, dice Vilanova. “Pero, cuando tú vas a cenar con tus amigos empresarios y uno ya tiene inversiones en España, o dos o tres, es más fácil, porque ya hay un mayor conocimiento del mercado, y hay un efecto imitación”.
También hace referencia al fenómeno de conexión familiar. Muchos de los empresarios latinoamericanos han enviado a sus hijos a cumplir su carrera profesional en universidades españolas, sobre todo por el alto nivel educativo que existe en el país europeo.
Esto ha permitido, a juicio de Vilanova, que durante las visitas vacacionales a sus hijos, estos pequeños o medianos empresarios comiencen a evaluar el mercado y las zonas de interés para prosperar con sus compañías locales.
Si bien esa es una de las líneas de interés que expone Vilanola, sin descartar el crecimiento profesional propio que pueden alcanzar esos jóvenes estudiantes, hasta llegar a convertirse en emprendedores. “A veces crean un grupo de cinco cafeterías, o una tostadora de café, y una vez que han demostrado el éxito, reciben el encargo familiar de invertir”, dijo.
De España para el resto del mundo
La presidenta del Consejo Empresarial hace referencia a un factor que ha demostrado también una relevancia significativa en los últimos años entre los holdings latinoamericanos, que una vez que son atraídos por la protección en cuanto a seguridad jurídica para una empresa acogida por la Unión Europea, así como los acuerdos de doble imposición fiscal que existen entre España y Latinoamérica, cuentan con este país como centro de operaciones para ofrecer sus productos y servicios en otros mercados cercanos.
“Más que inversiones, se trata de crear un centro en España para desde aquí invertir en mercados de África y Asia por un tema de horarios y de conexiones”, dice Vilanova. “Con África se tiene el mismo horario, mientras que con Asia puedes trabajar por la mañana de España, y por la tarde con América Latina”.
Uno de los casos más renombrados que practica esta estrategia es la compañía peruana AJE Group, conocida por su marca de bebidas gaseosas BIG COLA, la que cuenta con un consumo de 100 millones de personas en Indonesia, Tailandia, Vietnam, India y otras naciones asiáticas.
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“No veían en España un mercado, ni siquiera en Europa, pero sí en otros mercados que pudiesen atender inicialmente desde aquí”, dice la presidenta del Consejo Empresarial.
Para Vilanova, resulta de elevado interés la popularidad que ha construido España en cuánto a la construcción de marcas, y cómo ello continuará teniendo un efecto positivo y multiplicador en empresarios de otras latitudes, sobre todo latinoamericanos que esperan además generar empleos para sus comunidades en el país europeo, teniendo en cuenta el dato de Consejo EmpresariaI, de más 30.000 empleos generados por las multilatinas en los últimos años.