Bloomberg — El presidente de Novo Nordisk A/S (NVO), Helge Lund, dejará el cargo después de una disputa en la sala de juntas sobre la gobernanza y será reemplazado por Lars Rebien Sorensen, un líder anterior de la compañía que ahora dirige a su mayor accionista.
Esta medida forma parte de una reestructuración más amplia en el fabricante de los fármacos Wegovy y Ozempic, con la salida de más de la mitad de los miembros de la junta directiva. Esto también ocurre poco después de que la compañía reemplazara a su CEO tras la caída de las acciones, ya que Novo ha quedado por detrás de su rival estadounidense Eli Lilly & Co.
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La reestructuración se produjo tras un desacuerdo entre la junta directiva y la Fundación Novo Nordisk, el mayor accionista de Novo Nordisk, sobre el alcance de una reestructuración de gobernanza planificada, dijo Lund en un comunicado.
“No ha sido posible llegar a un acuerdo común”, dijo Lund. “La junta directiva propuso una renovación centrada en la incorporación de nuevas competencias selectas, manteniendo al mismo tiempo la continuidad, mientras que la junta directiva de la fundación quería una reconfiguración más amplia”.
Tras ser pionera en la nueva clase de medicamentos para bajar de peso, Novo Nordisk se ha quedado atrás de Lilly en este mercado en auge. El nuevo CEO, Maziar Mike Doustdar, quien asumió el cargo en agosto, ha anunciado planes para recortar su plantilla en un 11 % e instaurar una cultura del rendimiento para intentar recuperar el terreno perdido.
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Las acciones de Novo bajaron un 1,2% el martes en Copenhague. Han caído un 56% en los últimos 12 meses.
Cuando el anterior CEO, Lars Fruergaard Jorgensen, fue reemplazado por Doustdar, Sorensen se incorporó al consejo de supervisión, inicialmente como observador, y se espera que ocupe el cargo de director titular a partir del próximo año. La fundación emitió un comunicado en el que afirmaba que Sorensen poseía una valiosa experiencia y conocimientos que compartir con Novo.
La Fundación Novo, una de las organizaciones benéficas más ricas del mundo, controla la empresa farmacéutica a través de una estructura de acciones de dos niveles.
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Las últimas medidas prolongarán la turbulencia en Novo, conocida por su sólida cultura corporativa hasta que el auge de la pérdida de peso provocó un aumento en sus acciones que la convirtió brevemente en la compañía más valiosa de Europa. A esto le siguió una caída cuando rivales liderados por Lilly irrumpieron en el mercado.
Novo también se ha visto presionada por la iniciativa del presidente estadounidense Donald Trump de bajar los precios de los medicamentos. Trump anunció recientemente planes para reducir el costo de Ozempic, el exitoso tratamiento para la diabetes, a solo 150 dólares al mes.
Además de Lund, el vicepresidente Henrik Poulsen y cinco miembros independientes de la junta no se presentarán a la reelección, según Novo. Solo cinco directores permanecerán en sus cargos antes de la junta general extraordinaria del 14 de noviembre. Entre ellos se encuentra Kasim Kutay, director ejecutivo de Novo Holding A/S, entidad que supervisa las inversiones de la fundación.
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Novo también propuso varios nuevos miembros para la elección de la junta directiva, incluyendo al exdirector científico de Pfizer Inc., Mikael Dolsten, y al exdirector financiero de Danske Bank A/S, Stephan Engels. Helena Saxon, exdirectora financiera de Investor A/B, fue propuesta para su incorporación a la junta el próximo año.
Lund también dejó recientemente su otro puesto como presidente de la junta directiva del gigante energético BP Plc tras ampliarse la brecha entre BP y sus competidores. La compañía reajustó su dirección estratégica a principios de este año para volver a centrarse en el petróleo y el gas tras el fracaso de su estrategia de 2020 hacia proyectos con bajas emisiones de carbono. Semanas después, tras la tibia acogida de la nueva estrategia por parte de los inversores, Lund anunció su dimisión.
Sorensen se desempeñó anteriormente como CEO de Novo Nordisk desde 2000 hasta 2016.
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