Bloomberg — Este lunes, Samsung Electronics Co. presentó su smartphone Galaxy S25 Edge más esbelto, dando comienzo a una serie de dispositivos drásticamente más ligeros cuyo lanzamiento está previsto para este año.
El más reciente dispositivo de la empresa, que se pondrá a la venta en Estados Unidos a partir del 30 de mayo por US$1.099, tiene un grosor de 5,8 milímetros y pesa 163 gr, lo que supone que es un 30% más delgado y un 25% más liviano que el S25 Ultra, el móvil inteligente de gama más alta de Samsung.
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Este nuevo smartphone es tan liviano como su modelo básico S25, pero incorpora características más avanzadas, como un marco de titanio, una cámara trasera de 200 megapíxeles y funciones de IA de gama alta.
“Su peso y la estilización de este dispositivo son espectaculares”, declaró durante una entrevista Blake Gaiser, jefe de gestión de productos de teléfonos inteligentes de la empresa para América.
“Durante los últimos años escuchamos a nuestros clientes decirnos que el peso y la sensación en su mano es algo sumamente importante para ellos. Como los móviles son cada vez más grandes y pesados, están buscando algo que desaparezca en el bolsillo”.
Su lanzamiento se adelanta en meses al delgado modelo iPhone 17 de Apple (AAPL). Se prevé que dicho dispositivo tenga aproximadamente el mismo grosor que el Galaxy S25 Edge y que cuente con una única cámara trasera, frente a las dos del nuevo teléfono Edge.
Gaiser dice que está “muy seguro de que nuestros clientes y otros» encontrarán el S25 Edge «muy atractivo". Samsung dio a conocer este nuevo smartphone en enero, pero sin revelar sus especificaciones, precio o fecha de lanzamiento.
El teléfono tiene una pantalla de 6,7″, igualando el tamaño de la pantalla del S25 Plus, así como 12 gigabytes de memoria y opciones de almacenamiento de 256 y 512 gigabytes. A US$1.099, es US$100 más caro que el modelo Plus y US$200 más barato que el S25 Ultra.
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Samsung dijo que siempre tuvo la intención de lanzar el teléfono a este precio y que los aranceles no fueron una consideración en este caso. La empresa fabrica los dispositivos para el mercado estadounidense en Corea del Sur, Vietnam e India en lugar de en China, donde Apple fabrica desde hace tiempo la mayoría de sus teléfonos.
Aun así, para que el dispositivo sea uno de los más delgados del sector, hay que hacer algunas concesiones: El S25 Ultra tiene una pantalla más grande de 6,9″ y admite el lápiz óptico S Pen. El S25 Edge también carece de una opción de almacenamiento de 1 terabyte y de cámaras telefoto con zoom óptico.
Puede que a los usuarios no les importen demasiado las especificaciones de la cámara, dado que probablemente compren este dispositivo por el diseño, pero puede que les preocupe la duración de la batería.
Tener menos espacio para incluir un paquete de baterías más grande podría afectar a la duración del dispositivo con una sola carga, aunque Samsung afirma que el S25 Edge es capaz de durar todo el día.
La batería interna tiene una capacidad de 3.900 miliamperios-hora, o mAh. Eso se compara con la capacidad de 4.000 mAh en el modelo base S25 y un paquete de 5.000 mAh en el interior del S25 Ultra. Samsung dijo que las optimizaciones de IA están integradas en el software para hacer que la batería dure más que la del Galaxy S24 básico del año pasado.
El S25 Edge iba a debutar inicialmente en abril, pero su lanzamiento se retrasó, en parte debido a los cambios de liderazgo en Samsung. El co-CEO Han Jong-Hee, que supervisaba el negocio de electrónica de consumo de la empresa, falleció repentinamente en marzo tras sufrir un paro cardíaco.
El éxito del S25 Edge es crucial para Samsung, ya que su división fundamental de semiconductores ha flaqueado en los últimos años.
En el primer trimestre, las fuertes ventas de la serie Galaxy S25 ayudaron a compensar los descensos en la división de chips.
Durante una llamada de resultados el mes pasado, los ejecutivos de Samsung dijeron que planean impulsar el crecimiento a través de teléfonos inteligentes insignia mientras la compañía navega por un entorno global desafiante marcado por las cambiantes políticas arancelarias y la incertidumbre económica.
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Cuando teléfonos inteligentes como el iPhone original llegaron hace casi veinte años, las empresas lucharon por hacer que sus dispositivos fueran más delgados que los de la competencia. Era un punto clave de marketing, especialmente para dispositivos más antiguos como el iPhone 6.
Pero, en los últimos años, las empresas abandonaron ese enfoque para centrarse en mejorar la duración de la batería, añadir mejores cámaras e insertar procesadores más potentes. Ahora, Samsung y Apple van en la otra dirección, al menos como alternativas potencialmente de nicho a sus principales vendedores.
El Galaxy S25 Edge, que estará disponible en negro, plateado y azul, no estará atado a las mesas de las tiendas con cables de seguridad, como es habitual en los dispositivos caros.
En su lugar, la empresa tiene previsto incluir lo que denomina adhesivo de seguridad que añade un peso y un tamaño mínimos al teléfono. De ese modo, los compradores potenciales podrán probar el producto en su mano y en sus bolsillos como si lo tuvieran en propiedad, dijo Gaiser.
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