Startups batallan por la inversión: lo que Latinoamérica puede hacer para ser más atractiva

El capital de riesgo recaudado el año pasado en Latinoamérica llegó a los US$2.850 millones, pero está lejos de los grandes números alcanzados con tasas de interés bajas.

Negocios
25 de mayo, 2025 | 09:28 AM

Latinoamérica debe reforzar el financiamiento local, impulsar la reinversión interna, acelerar su integración con ecosistemas globales y promover más exits, si quiere seguir siendo un destino atractivo para la inversión en startups, en medio de la incertidumbre por la guerra comercial.

Ante la recuperación de las inversiones de capital de riesgo, los startups de la región se enfrentan a un nuevo desafío por cuenta del aumento de la aversión al riesgo derivado por la guerra comercial entre EE.UU. y China.

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Una escalada en la guerra comercial —especialmente entre esas dos potencias— puede redirigir flujos de inversión hacia mercados considerados más seguros o con menor exposición.

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“Si la región quiere mantener su atractivo, deberá avanzar en dos frentes: fortalecer las fuentes de financiamiento local —para depender menos de shocks externos— y fomentar la reinversión interna de los propios éxitos del ecosistema", dijo a Bloomberg Línea Alfredo Castellanos, managing partner en la firma especializada en Growth Equity Glisco Partners. “Esa será la diferencia entre resistir el cambio o aprovecharlo”.

En su opinión, uno de los grandes retos para el capital de riesgo en 2025 es navegar un entorno global cada vez más incierto.

La combinación de volatilidad macroeconómica, tensiones geopolíticas y la posibilidad de ajustes en las tasas de interés podría enfriar el apetito por activos de riesgo, sobre todo en las etapas más avanzadas donde el capital extranjero juega un rol clave.

El ejecutivo del fondo Glisco Partners explicó que América Latina no está exenta de estos desafíos, aunque ha mostrado una resiliencia notable, en parte gracias a su demografía joven, el crecimiento del consumo digital y la capacidad de adaptación del ecosistema emprendedor.

En este contexto, Latinoamérica se enfrentaría al reto de no retroceder en los avances logrados en la última década como polo emergente del Venture Capital.

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“Para sostener el interés de los inversionistas globales, la región necesita ir más allá del storytelling de mercado con alto potencial y adoptar prácticas que ya son estándar en ecosistemas más maduros, como Estados Unidos, Europa y el sudeste asiático”, dijo a Bloomberg Línea Iris Parra, cofundadora y directora de Enlaza, una organización que promueve el poder de la diversidad y la equidad en el ecosistema del capital riesgo de impacto.

Integración global y mayores casos de exit

Un asistente que trabaja en una computadora portátil de Apple Inc., conectada a un dispositivo móvil, participa en el Hackathon de TechCrunch Disrupt London 2015, en Londres, Reino Unido, el sábado 5 de diciembre de 2015.

Latinoamérica tiene la oportunidad de ser más atractiva si acelera también la integración con ecosistemas globales de emprendimiento, fomentando más crossborder funds, soft landings y coinversiones con fondos internacionales.

Iris Parra, de Enlaza, considera que esto es clave para evitar que Latinoamérica “siga operando en un entorno relativamente aislado”.

Citando cifras de la base de datos Crunchbase de 2024, dijo que solo el 18 % de los deals en 2023 en la región tuvieron coinversión con fondos de capital de riesgo globales, frente al 45% del sudeste asiático.

También se considera crucial modernizar las estructuras de inversión, pues en opinión de Iris Parra, “muchos fondos aún operan con vehículos tradicionales poco atractivos” para los Limited Partners (LP), es decir, los inversionistas institucionales que financian los fondos de capital de riesgo.

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La adopción de modelos más flexibles como evergreen o opportunity funds, junto con una mayor especialización en verticales como tecnología climática (climate tech), soluciones enfocadas en salud y bienestar femenino e infraestructura para servicios financieros (fintech infraestructure), permitiría alinear la región con estándares globales.

A esto se suma la necesidad de fomentar más exits locales e intraregionales, ya que la falta de liquidez sigue siendo uno de los mayores “cuellos de botella”.

Por ejemplo, en 2023, solo se registraron 22 salidas “relevantes” (exits) de startups en América Latina, comparadas con 85 en el sudeste asiático y más de 250 en Europa, lo que refleja un ecosistema menos dinámico en la región, según datos de Dealroom, una base de datos global de empresas emergentes

Además, es clave fortalecer la adopción de métricas ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) desde las etapas tempranas, tanto en fondos de inversión como en los startups, así como establecer reportes regulares sobre su impacto.

Según Enlaza, actualmente, el 70 % de los LP da prioridad a estos criterios ESG, pero aún son pocos los fondos en América Latina que reportan este tipo de impacto de forma estructurada.

Inversión de capital de riesgo en Latinoamérica

Dólar Latinoamérica

El capital de riesgo recaudado el año pasado en Latinoamérica llegó a los US$2.850 millones, un aumento del 26% con respecto a 2023, aunque una particularidad es que este monto se alcanzó en menos rondas.

El ticket promedio pasó de US$5,1 millones en 2023 a US$6,6 millones en 2024, de acuerdo a un reciente informe de la red de emprendedores de alto impacto Endeavor y Glisco Partners.

Al respecto, desde Glisco Partners señalaron que Brasil continúa siendo el líder en términos absolutos, con el mayor número de startups activas y rondas avanzadas, especialmente en Series B+.

Sin embargo, México ha ganado terreno en capital levantado y dinamismo en todas las etapas, destacando su papel como segundo mercado más relevante en la región.

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Según el managing partner en Glisco, aunque es temprano para proyectar con precisión el cierre de 2025, las señales del mercado—como la mayor participación de fondos internacionales, recuperación del venture debt, dinamismo en rondas avanzadas y surgimiento de nuevos verticales— “sugieren un entorno favorable para superar los niveles de 2024”.

Una de las particularidades que reflejó el informe es que el 65% del capital conseguido en 2024 se destinó a rondas de Growth y Late Stage, un crecimiento del 81% en comparación con el año anterior.

Esto responde a un mercado más maduro donde los inversionistas priorizan modelos de negocio probados, tracción operativa y potencial de escalabilidad.

Sin embargo, esto implica mayores desafíos para los startups en etapas tempranas, que enfrentan un entorno más selectivo.

El tiempo promedio entre Series A y B se ha extendido a 25 meses, el más alto en años, reflejando que avanzar a etapas más maduras requiere una mayor consolidación operativa.

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