Bloomberg — Un juez brasileño aceptó una solicitud de protección contra la quiebra del fabricante de fertilizantes Unigel Participacoes, que ha estado luchando durante más de dos años para intentar renegociar su deuda.
La solicitud fue aprobada por un juez de Sao Paulo, informaron el viernes los medios brasileños. La empresa confirmó la información, declinando hacer más comentarios.
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A principios de este año, Unigel completó una reestructuración extrajudicial, que incluía una conversión de deuda por acciones que dio a los acreedores liderados por Pacific Investment Management Co. una participación del 50%. Pocos meses después, se dijo que Unigel buscaba hasta US$100 millones para financiar inversiones y refinanciar la deuda con el fin de evitar la declaración de quiebra.
En agosto, un tribunal de Sao Paulo concedió a la empresa una orden urgente por la que se suspendía el cobro de deudas durante un periodo de 60 días. La solicitud formaba parte de los esfuerzos de la empresa por preservar la liquidez y pedía a los acreedores que se unieran a un proceso de mediación, según un comunicado.
Ese mismo mes, el CEO, Dario Costa Gaeta, abandonó la empresa y fue sustituido por la CFO, Helena Valente.
A pesar de recaudar 460 millones de reales (US$81 millones) de los acreedores en el proceso extrajudicial, la empresa seguía bajo presión debido a una reanudación de sus operaciones más lenta de lo esperado en un sector que sigue siendo débil, escribió S&P Global Ratings en un informe el 27 de mayo.
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En agosto rebajó la calificación de Unigel a D, diciendo que esperaba que la empresa “no pudiera pagar todas o sustancialmente todas sus obligaciones financieras a su vencimiento según los términos originales de los contratos financieros”.
Unigel, uno de los principales fabricantes de fertilizantes en un país en el que una cuarta parte de la economía depende de la agroindustria, se saltó los pagos de los cupones de sus pagarés denominados en dólares y reales brasileños a medida que se acumulaban las pérdidas debido a la caída mundial de los precios de los fertilizantes y a que los elevados tipos de interés en Brasil engrosaban los costes de la deuda.
Con la colaboración de Cristiane Lucchesi.
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