Esos cheques arancelarios de US$2.000 son un engaño

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Consumidores
Por Patricia Lopez
20 de noviembre, 2025 | 06:59 AM

El presidente Donald Trump ha estado promoviendo cheques de reembolso de aranceles para los estadounidenses de clase media, una iniciativa con la que pretende convencer a los votantes de que le preocupa la asequibilidad. Estos pagos de US$2.000 beneficiarían a “todos menos a los ricos”, según afirma, en un claro intento por neutralizar un tema que se ha convertido en una carga.

De acuerdo con una encuesta de YouGov/Economist divulgada el mart, 7 de cada 10 votantes responsabilizan a las políticas comerciales de Trump por el alza de los precios.

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Sin embargo, estos cheques de reembolso constituyen un engaño presupuestario. Según The Budget Lab de Yale, los aranceles ya han hecho pagar a las familias estadounidenses una cantidad similar, es decir, un promedio de US$.1800. Y es que, evidentemente, los costos de los aranceles son pagados mayoritariamente por los consumidores y los importadores de Estados Unidos.

Además, la carga para los consumidores está en aumento, ya que las compañías han dejado de absorber ese costo. Sencillamente, no es un dinero gratis que pagan los países extranjeros.

Aranceles de Trump en EE.UU.

Y existe un problema de matemáticas en el razonamiento de Trump. Aunque los cheques se limitaran a aquellos que ganan menos de US$100.000, el Budget Lab calcula que aun así le costarían al Tesoro de EE. UU. US$450.000 millones, más del doble de lo que se ha recaudado en ingresos por aranceles hasta la fecha.

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Esto dificultaría considerablemente el uso del dinero de los aranceles para pagar la deuda nacional, algo que Trump también prometió hacer.

Además, ha surgido otro problema grave. Scott Bessent, secretario del Tesoro, reconoció este domingo ante un presentador de la cadena Fox que la promesa de Trump de enviar cheques de dividendos a la mayoría de los estadounidenses requeriría, de hecho, la aprobación del Congreso.

La admisión de Bessent de que “para eso necesitamos una ley” es algo inusual por parte de una administración que se ha mostrado siempre reacia a limitar el poder presidencial.

Bessent podría estar simplemente reconociendo lo obvio. Los cheques serían una apropiación, claramente fuera del alcance de cualquier orden ejecutiva. También podría ser una forma ingeniosa de Bessent de marcar distancias y crear una posible vía de escape de la apresurada promesa del presidente.

Y sin embargo, este lunes Trump afirmó categóricamente: “Vamos a repartir dividendo smás adelante, probablemente a mediados del año que viene, o un poco más tarde. Miles de dólares para personas de ingresos moderados y medios”. (Eso significaría que los cheques se entregarían convenientemente a todos los hogares de ingresos medios semanas antes de las elecciones de mitad de mandato).

Trump también está complicando los argumentos de sus propios abogados ante la Corte Suprema, que está considerando un caso histórico sobre el alcance del poder arancelario del presidente.

Fundamental para dichos argumentos es la afirmación del gobierno de que los aranceles son principalmente de carácter regulatorio y no tienen como objetivo recaudar ingresos. Ahora, Trump desafía a la Corte a ignorar las implicaciones reales de su política arancelaria.

Trump se encuentra en un dilema que él mismo creó, ya que sus aranceles se están volviendo impopulares.

Según una encuesta de ABC News/Washington Post/Ipsos, aproximadamente 6 de cada 10 estadounidenses afirman que los aranceles son perjudiciales para la inflación y para la economía estadounidense.

Así pues, el presidente ha dado marcha atrás, reduciendo algunos aranceles en un intento por abaratar ciertos productos, café, plátanos, tomates. Estas reducciones constituyen un reconocimiento tácito de que fueron los aranceles los que, en primer lugar, dispararon los precios.

Café

La reducción de los aranceles, por supuesto, reduciría todavía más la cantidad de ingresos recaudados y dificultaría aun más el pago del dividendo de US$2.000.

No busquen lógica aquí. No la hay. Y tampoco esperen ver esas pruebas pronto. Son solo argumentos y una distracción.

Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial de Bloomberg LP y sus propietarios.

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