Louis Vuitton y Dior ya no ofrecen artículos “imprescindibles”

LVMH
Por Andrea Felsted
02 de agosto, 2025 | 11:39 AM

Cada atuendo precisa de un accesorio llamativo. Para LVMH (Moët Hennessy Louis Vuitton SE), la pieza central han sido siempre sus bolsos Louis Vuitton y Dior; sin embargo, estas marcas tan conocidas ya no brillan como antes.

Aunque hay signos de esperanza en cuanto a que la industria del lujo y LVMH están llegando al final de la crisis, hasta que su división principal y más rentable no vuelva a generar beneficios, el conglomerado de Bernard Arnault seguirá estando pasado de moda.

PUBLICIDAD

Este jueves, LVMH informó que sus ventas, sin considerar las variaciones monetarias y las fusiones y adquisiciones, disminuyeron un 4% en el trimestre que culminó el 30 de junio, un poco por encima de la caída del 4,45% que anticipaban los analistas.

El resultado superó las expectativas impulsado por sectores como vinos y licores y el comercio minorista selectivo, que tiene como parte a la cadena de productos de belleza Sephora.

No obstante, este rendimiento mejor de lo previsto se vio ensombrecido por la división de moda y artículos de cuero, responsable de aproximadamente el 50% de las ventas y alrededor del 75% del beneficio operativo. Las ventas orgánicas cayeron un 9%, un resultado peor que el descenso del 7,82% previsto por los analistas y la contracción del 5% registrada en el primer trimestre.

PUBLICIDAD
LVMH

El grupo de Arnault está enfrentando una serie de desafíos, entre ellos la desaceleración de Dior, que es la segunda marca de moda más rentable después de Louis Vuitton, y problemas en su división de bebidas. Luego están las dudas sobre la sucesión, las complicaciones en la cadena de suministro de Loro Piana, fabricante de cachemira, y la debilidad del dólar, que se traduce en menos ingresos en euros.

No sorprende que el beneficio neto cayera un 22% hasta los, €5.700 millones (US$6.700 millones) en los seis meses hasta el 30 de junio, comparado con el mismo periodo del 2024.

Sin embargo, hubo algunas señales alentadoras, incluido el hecho de que las condiciones en China y los Estados Unidos no parecen estar deteriorándose y que Arnault está tomando medidas decisivas para abordar las deficiencias del grupo y preparar su imperio para cuando llegue la recuperación.

El principal factor que afectó a la unidad de moda y artículos de cuero fue la reducción de las visitas de los consumidores chinos a Japón, donde habían aprovechado la depreciación del yen para abastecerse el año pasado.

La directora financiera, Cecile Cabanis, afirmó que se observó una “mejora secuencial tangible” en China continental, con cierta repatriación del gasto desde Japón y entusiasmo por iniciativas como la nueva tienda de moda en un edificio en forma de curcero, The Louis, en Shanghái.

Las ventas seguían bajando en un porcentaje muy bajo, afirmó, pero, al igual que otras empresas del sector, como Cie Financiere Richemont SA, propietaria de Cartier, señaló que este era un paso en la dirección correcta. Arnault declaró a Le Figaro que las ventas de Louis Vuitton en China continental estaban aumentando.

La demanda de moda y artículos de cuero por parte de los clientes estadounidenses en su país se mantuvo prácticamente sin cambios con respecto al primer trimestre. Si bien se observó una ligera desaceleración, probablemente sea un resultado mejor que el previsto en abril, cuando LVMH presentó su último informe en el punto álgido de la crisis arancelaria.

El gasto de los clientes europeos locales también se mantuvo estable, aunque la disminución de las visitas de turistas estadounidenses afectará negativamente a la región.

Al mismo tiempo, está claro que Arnault está tomando medidas para colocar al grupo, liderado por la moda y el cuero, sobre una base más sólida.

Hay nuevos diseñadores en Dior, Céline, Loewe y Givenchy. El desfile de moda masculina de Jonathan Anderson en Dior en junio tuvo una gran acogida, al igual que el debut de Michael Rider en Céline.

Aún queda trabajo por hacer, por ejemplo, garantizar que haya suficientes productos asequibles para atraer de nuevo a los clientes más jóvenes, pero se está abordando la brecha creativa.

El grupo también está lidiando con las consecuencias de que Loro Piana, hasta ahora una de sus marcas con mejor rendimiento, haya sido puesta bajo supervisión judicial en Italia, presuntamente por no impedir que sus subcontratistas explotaran a trabajadores migrantes. Cabanis afirmó que la empresa ya ha intensificado las auditorías y seguirá trabajando para erradicar las prácticas fraudulentas.

LVMH también está abordando problemas en otros ámbitos.

Los últimos 18 meses se han caracterizado por una turbulencia en la gestión, mientras Arnault y un grupo de sus altos directivos se preparan para ceder el control a la siguiente generación, incluidos los cinco hijos del patriarca.

Pero, en señal de estabilidad, Arnault nombró a uno de sus más leales lugartenientes, Michael Burke, para dirigir su operación en América, supervisando tanto América del Norte como del Sur.

Esta decisión reconoce la importancia del mercado estadounidense, especialmente considerando la pausa en China y la posibilidad de aranceles. Como parte de un esfuerzo para evitar aranceles punitivos, Louis Vuitton abrirá una segunda fábrica en Texas a inicios del 2027, según declaró Arnault al Wall Street Journal.

Mientras tanto, la compañía continúa con una reestructuración de sus divisiones de vinos y licores, que se concentrará en sus marcas insignia, y está tratando de corregir su base de costos, defendiendo los márgenes y continuando con las inversiones a largo plazo.

Acción de LVMH

Las acciones, que hasta el viernes se habían depreciado casi a la mitad desde marzo de 2024, cayeron hasta un 2% antes de revertir sus pérdidas y subir hasta un 5%. Se cotizan a aproximadamente 20 veces las ganancias de los próximos 12 meses, cerca del límite inferior del rango de cinco años.

Si bien el componente de ganancias podría caer aún más, los inversores a largo plazo aún pueden beneficiarse de esta dislocación.

Pero hasta que Arnault pueda demostrar que Vuitton y Dior ya han pasado lo peor, el conjunto de LVMH no tendrá su pieza estrella.

Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial de Bloomberg LP y sus propietarios.

Lea más en Bloomberg.com

PUBLICIDAD