Bloomberg — La contaminación atmosférica está vinculada a la muerte a diario de más de cien niños menores de 5 años en Asia Oriental y el Pacífico, según un organismo de la ONU, en un momento en que varios países de esa región están luchando contra un repunte del aire tóxico.
Según un nuevo estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, la tasa de mortalidad asociada a la contaminación supone casi una de cada cuatro muertes, con consecuencias que se extienden hasta la edad adulta.
![Edificios envueltos en smog en Bangkok a principios de enero. Fotógrafa: Valeria Mongelli/Bloomberg Edificios envueltos en smog en Bangkok a principios de enero. Fotógrafa: Valeria Mongelli/Bloomberg](https://www.bloomberglinea.com/resizer/v2/4VQ4S6F3NRHXJK442T3RB742YM.jpeg?auth=b4185cd507b3957a356ab92f108021f62a6c51b1d414df764fe4a16fad0e7864&width=1000&height=667&quality=80&smart=true)
En Asia Oriental y el Pacífico, 500 millones de niños están sometidos a niveles insalubres de contaminación del aire, siendo los contaminantes domésticos, causados por los combustibles empleados para cocinar y calentar, los que potencialmente provocan el mayor número de muertes entre los niños menores de cinco años, indicó Unicef en un comunicado el jueves.
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Entretanto, 325 millones de niños habitan en países donde los niveles medios anuales de partículas en suspensión, o PM2,5, exceden en al menos cinco veces la guía de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su mayor parte provocados por la quema de combustibles fósiles, biomasa y residuos agrícolas, señaló Unicef.
Los contaminantes atmosféricos pueden comprometer el crecimiento y el desarrollo cognitivo de un niño pequeño, y pueden causar impactos duraderos a lo largo de las etapas de su vida, como asma, daños pulmonares y retrasos en el desarrollo, o incluso enfermedades crónicas como diabetes y cardiopatías, según el comunicado.
“Cada respiración importa, pero para demasiados niños cada respiración puede ser perjudicial”, declaró en el comunicado June Kunugi, directora regional de Unicef para Asia Oriental y el Pacífico. “El aire que respiran, en un momento en que sus cuerpos y mentes aún se están desarrollando, contiene con demasiada frecuencia niveles insalubres de contaminación que pueden comprender su crecimiento, dañar sus pulmones y perjudicar su desarrollo cognitivo”.
Las ciudades asiáticas, desde Nueva Delhi hasta Dhaka y Bangkok, luchan actualmente contra un aire insalubre debido a la quema estacional de cultivos agrícolas, la contaminación vehicular y un fenómeno meteorológico que atrapa partículas de polvo en la atmósfera.
Las autoridades de Bangkok han instado a la gente a trabajar desde casa y han cerrado más de una docena de escuelas para frenar la exposición al aire sucio. La ciudad también hizo que los trenes eléctricos de cercanías fueran gratuitos durante una semana en un intento de reducir las emisiones de los coches en circulación.
Según un informe reciente del Banco Mundial, el coste económico de la contaminación atmosférica en Asia Oriental y el Pacífico fue de US$2,5 billones en 2019, lo que equivale al 9,3% del producto interior bruto de la región.
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