Desde que las tasas se mantuvieron en el 2% el mes pasado, el crecimiento y la inflación han evolucionado en gran medida en línea con las perspectivas del BCE de junio.
El cambio climático trae consigo temperaturas más altas y lluvias extremas, que pueden reducir los rendimientos y encarecer los cultivos que se cosechan.
La fortaleza del euro y los bajos costos energéticos están contribuyendo a mantener a raya las presiones sobre los precios, al igual que la débil expansión de la economía de los 20 países de la región.
Los responsables políticos de la región están tratando de sacar provecho de los ataques de Trump al comercio internacional y a las instituciones de EE.UU.
Christine Lagarde hizo las declaraciones en una entrevista al margen de la reunión de ministros de Finanzas del Grupo de los Siete celebrada en Canadá.
La presidenta del Banco Central Europeo afirmó que la apreciación del euro frente a la divisa estadounidense es contraria a la intuición, pero justificada.
Mientras la junta directiva lidia con las consecuencias, sigue considerando a Lagarde como la principal candidata y ha mantenido conversaciones internas sobre el asunto desde la dimisión de Schwab el mes pasado.
El BCE podría recortar más los tipos de interés este año ante la debilidad económica y la presión de los aranceles, según Gediminas Simkus, miembro del Consejo de Gobierno.
Esto supone un cambio con respecto a hace tan solo dos meses, cuando muchos en el mercado anticipaban una caída del euro hasta la paridad frente al dólar por el riesgo de los aranceles.
El cambio de lenguaje alimentará la especulación de que los responsables políticos están contemplando una pausa en los recortes de tasas el próximo mes.