China sigue liderando el listado de proveedores, mientras Estados Unidos pierde terreno y Brasil y Trinidad y Tobago ganan participación en las importaciones colombianas.
Donald Trump y JD Vance buscan un acuerdo con China mientras las tensiones comerciales aumentan. Aranceles, controles a exportaciones y la influencia de Xi Jinping marcan la agenda de negociaciones y afectan mercados globales.
El aumento de las tensiones comerciales entre EE.UU. y China amenaza con frenar el repunte de las acciones chinas y presionar al yuan, tras los nuevos aranceles anunciados por Donald Trump y las restricciones a las exportaciones de Pekín.
Whitney Baird, CEO del US Council, dijo que el Gobierno de EE.UU. inició las consultas públicas para que se aporten sugerencias y datos que puedan ayudar a la administración de Trump.
Desde 2015 hay una tendencia decreciente en las exportaciones colombianas a ese destino, con excepciones en 2018 y 2022, cuando se superaron los US$$1.000 millones.
El comercio ilícito en Latinoamérica se ha convertido en una fuente central de ingresos para el crimen organizado, con fuerte presencia en tabaco, alcohol y productos falsificados.
Mientras Brasil, Chile, Perú y México expandieron sus exportaciones con motores sectoriales y alianzas estratégicas, Colombia se rezagó en la última década, con ventas externas en caída y sin narrativa clara frente al auge de China.
Trillones de dólares del comercio mundial están enredados en el caso, que fue presentado por los estados liderados por los demócratas y un grupo de pequeñas empresas.
La fragmentación institucional y la carga administrativa encarecen las operaciones y reducen la competitividad frente a pares regionales como Chile y México.
Las importaciones desde Israel han mantenido niveles relativamente bajos y estables, lo que ha permitido a Colombia mantener una balanza comercial positiva.
Trump afirmó que México acordó poner fin de inmediato a sus “numerosas” barreras comerciales no arancelarias durante los próximos 90 días, ¿qué tiene en la mira?.
Aunque América Latina atrae inversión y gana relevancia por sus recursos, aún enfrenta retos fiscales y alta incertidumbre política, justo cuando el mundo entra en una nueva etapa de fragmentación comercial y monetaria.
El Intercambio Comercial Argentino arrojó un superávit superior a los US$900 millones, el más alto del año. Aún así, el saldo positivo del primer semestre es apenas un 25% del registrado durante el mismo período del año anterior