La criptodivisa, que en su día se promocionó como un juego de alto crecimiento, una cobertura contra la inflación y un diversificador de carteras, se enfrenta ahora a la perspectiva de acabar el año en números rojos, sin cumplir ninguna de esas funciones.
Una comisión investigadora del Congreso argentino presentó su informe final del criptoescándalo. Señala uso indebido de la investidura presidencial y vínculos con el colapso del token. Exige explicaciones a Karina Milei y remite pruebas a la Justicia.
El bitcoin volvió a caer por debajo de los US$105.000 tras un breve repunte, lo que refleja la fragilidad del mercado después de las fuertes liquidaciones de octubre.
La mayor criptomoneda del mercado cayó arrastrada por la corrección en los mercados. La venta masiva desinfla el rally que vivió el sector durante el verano.
Los mercados reaccionaron con cautela tras la tregua comercial limitada entre EE.UU. y China, resultados mixtos en el sector tecnológico y señales restrictivas de la Fed.
Las declaraciones se producen en medio del auge de la llamada “apuesta por la degradación”, que impulsa a los inversionistas a vender deuda soberana y monedas como el dólar, el yen y el euro, para adquirir oro, plata y criptoactivos.
La maniobra refleja un cambio en la manera en que los argentinos enfrentan otra ronda de turbulencia económica. La estrategia valora el peso alrededor de 7% por encima del mercado paralelo.
El ether ha caído aproximadamente un 20% desde su máximo, borrando unos US$80.000 millones en valor de activos digitales y reavivando las dudas sobre si la promesa de Ethereum puede resistir otra caída del mercado.
Las criptomonedas profundizaron sus pérdidas luego de una ola récord de liquidaciones por US$19.000 millones y tensiones renovadas entre EE.UU. y China.
El colapso del mercado cripto provocó US$19.000 millones en pérdidas y más de 1,6 millones de operadores liquidados. Altcoins y bolsas como Hyperliquid fueron las más afectadas, mientras algunos fondos generaron ganancias con el mecanismo ADL.