El volumen de crudo sin vender que se cargará en noviembre oscila entre 6 y 12 millones de barriles, según estimaciones de operadores familiarizados con el asunto.
Exxon espera que el desarrollo marino Hammerhead, de US$6.800 millones, comience su producción en 2029, con una capacidad para bombear 150.000 barriles de petróleo al día.
Exxon planea duplicar sus ventas de gas natural licuado para 2030 y está invirtiendo fuertemente en el crecimiento petrolero en Guyana y la Cuenca Pérmica.
Se prevé que los inventarios mundiales de petróleo crezcan en un promedio de más de 2 millones de barriles diarios entre el trimestre actual y el primer trimestre del próximo año, según la EIA.
La producción de la compañía en el segundo trimestre, de 2,3 millones de barriles diarios, aumentó un 7,6% respecto a hace un año, y sigue poniendo pozos en marcha durante la segunda mitad de este año.
Chevron está recortando unos 650 puestos de trabajo en Hess después de completar su adquisición por US$53.000 millones el mes pasado, pero la exploración es un área que probablemente no se verá afectada.
Ahora se espera que la producción de crudo estadounidense se reduzca a 13,28 millones de barriles diarios en 2026, según las Perspectivas Energéticas a Corto Plazo de la Administración de Información Energética.
La presión de EE.UU. sobre India deja millones de barriles rusos sin destino claro. China, que ya compra grandes volúmenes, duda en aumentar su dependencia y su decisión podría mover los precios globales del crudo.
El dividendo total de la empresa en el trimestre fue de US$21.360 millones, casi sin cambios respecto al nivel del primer trimestre, pero inferior a los US$31.000 millones del año anterior.
El acuerdo se firmó entre el gigante energético estadounidense y Petróleos de Venezuela en los últimos días, poco después de que EE.UU. emitiera la licencia privada de Chevron.
El crudo subió un 31% durante un tramo de siete semanas en mayo y junio, y luego se desplomó para terminar el trimestre un 10% por debajo de donde empezó.