El índice de precios a la producción disminuyó un 2,9% en agosto respecto al año anterior, según informó el miércoles la Oficina Nacional de Estadística, manteniéndose en terreno negativo por 35º mes consecutivo.
El gobierno de Xi debe frenar el exceso de oferta sin estancar el crecimiento ni poner en peligro el empleo, especialmente a medida que la demanda externa se ralentiza.
Los beneficios industriales cayeron un 9,1% el mes pasado respecto al año anterior, según los datos publicados el viernes por la Oficina Nacional de Estadísticas.
El riesgo se ve agravado por las fricciones comerciales con EE.UU., a pesar de que los dos países acordaron continuar las conversaciones tras una llamada la semana pasada entre Donald Trump y Xi Jinping.
La economía china, que lucha con una caída prolongada de su mercado inmobiliario y guerras de precios, no se vería beneficiada por los aranceles suspendidos.
Para bancos internacionales como Citigroup y Nomura lo preocupante es que los precios al consumo se acerquen a la zona de contracción durante el resto del año si la fuerte producción abruma la demanda interna.
La inflación fue más débil de lo previsto en tres de los últimos cuatro meses, creciendo solo un 0,6% en agosto, en gran parte debido a un repunte del 2,8% en los precios de los alimentos