Las monedas de América Latina brillaron en 2025 gracias a tasas reales elevadas y condiciones externas favorables, pero el nuevo ciclo electoral y los desequilibrios fiscales amenazan con revertir la tendencia en 2026.
Wall Street cerró al alza después de que un débil dato laboral reforzó las apuestas a un recorte de tasas por parte de la Reserva Federal. La caída en los rendimientos del Tesoro y del dólar acompañó el movimiento
El repunte en los bonos japoneses desencadenó una ola de ventas en activos de riesgo, frenando el avance de Wall Street. El S&P 500 cedió y el bitcoin siguió cayendo.
Diez de las principales monedas latinoamericanas cerraron noviembre al alza frente al dólar, impulsadas por decisiones de política cambiaria, estrategias fiscales y condiciones de mercado puntuales.
La debilidad del dólar a lo largo del año contrasta con la reciente apreciación. Expertos aseguran que el fin de monetizaciones del Gobierno tiene que ver con el repunte.
Los índices bursátiles estadounidenses subieron por tercera jornada consecutiva, con los inversionistas apostando a un giro dovish de la Reserva Federal tras datos de desaceleración económica.
El endurecimiento de las expectativas de la Reserva Federal dispara las alertas sobre posibles caídas cambiarias en economías con fundamentos frágiles.
El contexto internacional explicó la fortaleza del peso durante gran parte del año. Desde hace poco más de un mes la estrategia de deuda del país ayudó a dicha fortaleza, pero no hay cómo mantenerla.
Las bolsas vieron ganancias tras el repunte de gigantes tecnológicos, mientras el mercado asigna una probabilidad creciente a un recorte de tasas por parte de la Fed.
El banco alemán proyecta un mercado alcista más amplio, con rotación hacia sectores industriales y financieros, en un entorno de dólar débil, menor inflación y crecimiento estable.