El mensaje se basa en el legado de su predecesor, el Papa Francisco, de abogar por la acción climática en un momento en que los países y las empresas se han retractado de sus promesas de frenar los gases de efecto invernadero.
Las principales empresas chinas de energía solar, baterías y autos eléctricos han prometido más de US$210.000 millones en proyectos fuera del país desde 2022.
Las reaseguradoras han recortado su exposición a los riesgos secundarios elevando el nivel de pérdidas a partir del cual se pagan las pólizas, lo que se conoce como puntos de embargo.
Las empresas que fabrican equipos se ven afectadas por el bajo crecimiento de la demanda de energía, las altas tasas de interés y el exceso de oferta, afirman ejecutivos como Elbia Gannoum, presidenta de Abeeólica, a Bloomberg Línea.
Los aranceles recíprocos de Trump afectan la importación de baterías y minerales críticos, encarecen costos y frenan inversiones en proyectos de energía limpia.
La empresa suiza Enerdrape convierte calor de túneles, garages y edificios antiguos en energía para calefacción y refrigeración, sin perforar el suelo.
Ante lluvias sin precedentes y sequías históricas, grupos como Aegea amplían los estudios y el uso de la tecnología y crean nuevas estructuras para hacer frente a los retos climáticos.
Para reducir el impacto, se considera clave aumentar la inversión en infraestructura adaptativa, reforzar los sistemas de alerta temprana y fomentar el acceso a seguros.
Tras la devastadora ola de calor de 2021, científicos climáticos han replanteado sus modelos. Hoy creen que eventos aún más extremos podrían volverse más comunes, antes de lo previsto.