El gobierno estadounidense violó el derecho a la libertad de expresión de Harvard y no siguió los procedimientos adecuados al suspender una amplia gama de becas de investigación en abril, según un juez federal.
La medida es la última escalada de la batalla campal de la Casa Blanca con Harvard por los más de US$2.000 millones de financiación federal suspendida, mientras ambas partes negocian un posible acuerdo.
Según una carta enviada este lunes por su presidente Alan Garber y otros directivos, la universidad ha informado de que los responsables de cada escuela y cada departamento continuarán recortando gastos.
Harvard ha sido el principal objetivo de los esfuerzos de Trump por obligar a las universidades a tomar medidas enérgicas contra el antisemitismo, eliminar los prejuicios políticos percibidos y suprimir los programas de diversidad, equidad e inclusión.
El plazo principal para la admisión de estudiantes universitarios en el Reino Unido finalizó a finales de enero, demasiado pronto para que el impacto de las recientes políticas de Trump haya tenido efecto.
El fallo de Burroughs es la segunda victoria para Harvard en su lucha de alto riesgo con la administración Trump sobre su numerosa población estudiantil internacional.
El viernes, un juez federal emitió una nueva orden que permite a Harvard seguir matriculando a estudiantes del extranjero, prorrogando una medida temporal anterior que estaba a punto de expirar.
La jueza federal de distrito Allison Burroughs dictaminó que el gobierno no puede hacer cumplir la proclamación de Trump que intensifica su disputa con la universidad.
La demanda enmendada amplía otra que la universidad presentó el 23 de mayo sobre otro esfuerzo para impedir que Harvard matricule a estudiantes internacionales.
EE.UU. ya ha congelado más de US$2.600 millones en fondos federales para la investigación en Harvard y ha dicho que la escuela no puede optar a futuros fondos federales.
Rubio ordenó a los funcionarios consulares llevar a cabo “un examen completo de la presencia en línea” de cualquier solicitante que desee visitar Harvard.
Los estudiantes chinos se han encontrado en el filo de la navaja de la presión de la administración Trump para un mayor escrutinio de los extranjeros en las universidades estadounidenses.
Harvard es el principal objetivo de los esfuerzos del presidente Donald Trump para obligar a las universidades a tomar medidas enérgicas contra el antisemitismo, eliminar los prejuicios políticos percibidos y eliminar los programas de diversidad, equidad e inclusión.
La administración Trump ya ha tomado medidas para congelar la financiación y bloquear la capacidad de Harvard para matricular a estudiantes internacionales en una batalla cada vez más intensa.
Harvard no tendrá que suspender inmediatamente la matrícula de estudiantes internacionales, lo que afectaría a aproximadamente una cuarta parte del alumnado.