El incremento de la liquidez por parte de la Fed y los llamados de la administración de Donald Trump a un dólar “más competitivo” refuerzan la posibilidad de un mayor debilitamiento, pero hay matices.
El debilitamiento del dólar, la flexibilización monetaria global y el avance estructural de las economías emergentes abren la puerta a un nuevo ciclo alcista.
Wall Street repuntó gracias al impulso de gigantes tecnológicos y el optimismo por un posible alivio en las tensiones comerciales con Beijing, en una jornada marcada por resultados corporativos y sanciones energéticas.
El índice MSCI de divisas de mercados emergentes subió un 0,2% el lunes. Las divisas latinoamericanas, incluidos el real brasileño y el peso chileno, también ganaron en medio de un dólar más débil.
Brasil y Turquía se encuentran entre los mercados que están registrando fuertes flujos de operaciones privadas, ya que las elevadas tasas de interés de los préstamos locales impulsan a las empresas a buscar alternativas.
La sobrevaloración de Wall Street y las tensiones en los bonos soberanos de mercados emergentes están entre los riesgos para la estabilidad financiera global.
La corrección reciente del peso colombiano no responde a cambios estructurales, sino a distorsiones temporales por la estrategia de deuda del Gobierno. La oportunidad de comprar dólar barato estaría llegando a su fin.
El rand sudafricano también subió, mientras el peso argentino se disparó más de 5%. El sol peruano y el peso chileno ganaron apoyados por el alza del cobre.
Un nuevo capítulo del Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial revela que los episodios de incertidumbre económica amplifican la volatilidad y exponen vulnerabilidades estructurales en el mercado cambiario.
La expectativa de recortes en las tasas de interés de la Fed anticipa un respiro para las economías emergentes, incluidas las de América Latina, según analistas de Goldman Sachs.