En una carta dirigida al recién nombrado administrador interino de la NASA, Sean Duffy, cientos de empleados advirtieron que las reducciones de personal podrían poner en peligro la seguridad de las operaciones.
La misión, liderada por la astronauta Peggy Whitson, será la primera en llevar tripulantes de India, Polonia y Hungría a la Estación Espacial Internacional.
El elegido por Trump para dirigir la NASA, el multimillonario tecnológico Jared Isaacman, dijo a los legisladores que la agencia podría dedicarse a la Luna y Marte en paralelo.
Durante años, los grupos de presión que trabajan para Amazon y Blue Origin consiguieron influir en la política y en los contratos gubernamentales, según una persona que trabajó estrechamente con Bezos.
El sistema de contratación a precio fijo es para la industria un éxito parcial por la dificultad de que funcione para proyectos sin mercado comercial establecido.
En el plan presupuestario, la Casa Blanca pide a la NASA que elimine gradualmente el cohete Space Launch System, construido por Boeing, y la cápsula de tripulación Orion.
La mentalidad de Isaacman, más centrada en Marte, entra aparentemente en conflicto con la de los legisladores que tienen profundos vínculos con la Nasa, muchos de los cuales sostienen que la agencia debería seguir centrada en Artemis.